LO QUE NUNCA PENSÉ (ni tampoco supe)

Nunca pensé que me emocionaría mucho al verte subir a un escenario con tus compañeros de clase.

Nunca supe que la oscuridad te daría miedo y que serías capaz de dormir agarrado a una linterna.

Nunca pensé que te parecerías tanto a él y a mí, en lo físico, en lo emocional, en lo cabezota y en todas esas cosas que aparte de heredar imitas cual mono chimpancé.

Nunca supe que tendría miles de caravanas en el salón de mi casa, no al menos mientras cambiaba pañales y te daba biberones.

Nunca pensé que tendría que negociar con tu padre el dejarte correr por casa con mis tacones.

Nunca pensé que a las 6 de la mañana ver como se enciende la luz del baño, entras y sales con total autonomía me produciría una sonrisa emotiva.

Nunca supe que muchas mañanas nos despertarías con canticos tradicionales, letras adaptadas y una sonrisa perfecta. O quizás lo tuve que intuir cuando ya empezabas a cantar por el vigila-bebes??

Nunca pensé que no tendría que ayudarte a montar en una bici, ni enseñarte a patinar….eres mucho más ágil que todo una tropa de deportistas.

Nunca supe que tus primeros puntos me iban a hacer sentir tan mala-madre, por no haber estado allí para levantarte del suelo. Pero es que nunca pensé que pudieras ser tan atrevido, leñe!!

Nunca pensé que verte con una mochila entrando en un cole de mayores, pudiera emocionarme tanto, pero tampoco supe que eso significaría un cambio tan abismal en tu vida.

Nunca pensé que podrías llegar a adorar y querer a mi padre, tanto o más que yo, nunca.

Nunca supe que tendría un blog, que me darías los mejores momentos para él y que tu aitona sería tu gran pilar en él.

Nunca pensé que tu padre sería tan especial contigo, porque nunca supe que en realidad siempre te deseo tanto o más que yo.

Cuando naciste nunca pensé que una de las decisiones más difíciles sería elegir tu colegio, pero tampoco nunca pensé que acertaría.

Cuando te vi por primera vez pensé que eras muy guapetón, pero nunca supe que lo eras de verdad y que me lo diría todo el mundo con gran sorpresa (está claro que no confiaban en la genética de tus progenitores y no les culpo).

Durante los 6 meses primeros de vida nunca supe que tu letargo era pura  técnica de despiste, nunca pensé que ibas a ser un culo de mal asiento, ilusa de mí.

Nunca pensé que el chorizo sería tu debilidad, pero tampoco nunca supe que tendría que pelearme contigo por los calamares y el jamón (nos parecemos querido).

Porque escribo estoy hoy, porque esta semana me he parado muchas veces a observarte en silencio,ver y disfrutar de cosas  que creo que nunca soñé. Cuando eres madre primeriza, o por lo menos en mi caso, sólo pensaba en tus primeros pasos, tus primeras palabras, tus primero dientes. Pero NUNCA SUPE que me emocionarías más en tu etapa niño, porque NUNCA PENSÉ  que después de tus primeras palabras, vendrían tus primeras frases y tus primeras deducciones, que después de tus pasos vendrían tus zancadas y que después de sentarte por primera vez te levantarías una y cien veces.

Pero lo que nunca pensé es que este texto lo escribiría hoy, que me levanto a primera hora de la mañana para hacerte una comida especial, para tu primera excursión de todo un día y nunca supe que lloraría friendo un puñetero escalope porque aquella sartén me haría pensar en todo lo que mi madre hizo durante años y que yo gracias a ti estoy valorando, más vale tarde que nunca. Os quiero mucho a ti, a tu niñez oculta por mi ceguera de bebe, a tu padre por haberme ayudado a verte, a mi madre, a mi padre y al puñetero escalope que casi se me quema.

Tagged: cuando descrubres ese niño que hay tras el bebé, dormir cinco horas sólo no es bueno, escribir esos días del mes me pone muy ñoña, supe