La activista saharaui Aminetu Haidar manifestó el pasado domingo que "lo que está ocurriendo en Túnez y Egipto supone una gran esperanza para el pueblo saharaui". La presidenta del Colectivo de los Defensores Saharauis de Derechos Humanos (CODESA) declaró que lo ocurrido el pasado 8 de noviembre en el "campamento de la dignidad" de Gdeim Izik, en el Sáhara Occidental, ha dejado "una situación muy clara y es que es el momento de que la comunidad internacional intervenga ya, porque la reacción de la nueva generación es más violenta". Según Haidar, los acontecimientos de Túnez y Egipto tienen que llevar a la comunidad internacional "a resolver el problema de Sáhara Occidental antes de que pase más tiempo".
"Lo que está ocurriendo ahora en estos países lo empezamos los saharauis el año pasado y todo esto es favorable para la cuestión del Sáhara Occidental, considerado un factor muy importante en la unión del Maghreb árabe", añadió.
También dijo que Marruecos está "muy preocupado" por lo que está sucediendo en Túnez y Egipto. "Las televisiones no han dado ninguna información y esto demuestra que el Gobierno teme que el pueblo marroquí se levante también y diga basta ya". La activista lamentó la actitud del Gobierno español en la gestión del conflicto del Sáhara Occidental: "está trabajando para Rabat y esto es una vergüenza para los españoles que tienen principios y defienden los derechos humanos".