Revista Infancia

Lo que piensan los bebés

Por Babytribu @babytribu

Recientemente me encontré con información que hablaba sobre el pensamiento de un bebé… me pareció muy interesante y decidí investigar más y lo comparto con vosotros… las reflexiones están orientadas a un bebé recién nacido.

Más sensible que conciente

“En las primeras etapas después de nacer, la conciencia de un bebé se encuentra en un estado que es todo sensaciones: no tiene la capacidad de pensar en el sentido de  razonar, memorizar conscientemente, reflexionar o enjuiciar. Quizás podría decirse que es más sensible que consciente.  Mientras duerme, el bebé es consciente de su estado de bienestar, al  igual que un adulto que duerme con su pareja es consciente de su presencia o ausencia. Cuando está despierto es mucho más consciente de su estado, pero de un modo que en un adulto se llamaría subliminal. En cualquiera de estos dos estados, es más vulnerable a su experiencia que un adulto, ya que no tiene ningún precedente con el que clasificar sus impresiones.” (1)

Los bebés recién nacidos son personas emocionales, no son racionales. Para llegar a ser racionales, tienen que aprender como funciona sus propios sentimientos y el mundo que los rodea.

Protopensamientos

Los primeros “pensamientos” – son denominados protopensamientos porque no tienen una conexión verbal todavía- se vinculan a las experiencias de hambre, de separación, de calma, de calor, de presión, de luz, de sombra, en fin: todas experiencias corporales, que constituyen la primera realidad del bebé, su propio cuerpo sentido como algo independiente de su mente, algo que le presenta un primer problema a resolver. (2)

Los protopensamientos no son capaces de concretarse ni con palabras, ni con imágenes… por lo que distan mucho de los pensamientos de un niño o de un adulto.

El eterno ahora

“… solo algunos pocos gurús y octogenarios son capaces de apreciar la relación entre los momentos o la vida de uno y la eternidad al comprender plenamente la irrelevancia del arbitrario concepto del tiempo.

Un bebé- como un gurú iluminado- vive en el eterno ahora. El bebé que está pegado al cuerpo de su madre- el gurú- viven el ahora en estado de beatitud; en cambio, el bebé que no está en contacto con el cuerpo de su madre lo vive en un estado de un vivo deseo insatisfecho en medio de un inhóspito universo vacio. Sus expectativas se mezclan con la realidad, y las expectativas innatas y ancestrales son recubiertas- en vez de ser cambiadas o reemplazadas- por las expectativas basadas en su propia experiencia. Cuanto más diverjan estos dos grupos de expectativas, más alejado estará de su potencial innato de bienestar.” (1)

Referencias:

(1) M. Liedloff; (2003). El concepto del continuum. En busca del bienestar perdido. Tenerife: Editorial OB STARE).

(2) Artículo ‘Los bebés también piensan‘ de la Web Bebesaud.net


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