infografía sobre el noveno planeta (space.com)
Desde que el miércoles día 20 se hizo pública la investigación de Mike Brown y Konstantin Batygin los datos a favor y en contra de la verdadera existencia de un noveno planeta en nuestro Sistema Solar se han sucedido de una manera vertiginosa.
Ambos astrónomos se han basado en las excéntricas órbitas de cinco objetos situados más allá de la órbita de Neptuno para inferir la existencia de un planeta con una masa diez veces la de nuestro planeta y una exagerada excéntrica órbita alrededor del sol, la cual tardaría en completar entre 10.000 y 20.000 años.
Esta supertierra (nombre que reciben los planetas encontrados fuera de nuestro sistema solar con una masa comprendida entre 1 y 10 veces la terrestre) se acercaría, en su perihelio o punto más cercano a nuestra estrella, a unas 200 UA. Solo pensar en que Plutón se acerca al Sol a unas 30 UA da idea de las distancias de las que estamos hablando.
Recreación artística del noveno planeta y nuestro débil y distante sol
La increíblemente extraña órbita del “Planeta nueve” también exigiría la existencia de objetos del cinturón de Kuiper perpendiculares al plano de su órbita, requisito que ya cumplen cinco cuerpos descubiertos recientemente.
Pero todo lo que se ha hablado durante estos días son conjeturas teóricas, las únicas pruebas visibles son las órbitas ya descubiertas de los objetos transneptunianos (entre ellos la de Sedna, descubierta por el propio Brown y que expulsó a Plutón de su categoría planetaria). No existe ninguna observación del nuevo planeta y probablemente vamos a tardar mucho tiempo en tenerla (si es que existe).
El instrumento WISE, que rastrea el firmamento en la longitud de onda correspondiente a los infrarrojos, descartó la existencia de ningún objeto del tamaño de Júpiter o Saturno más allá de la órbita de Plutón. Es verdad que su sensibilidad decrece bastante en objetos parecidos a Neptuno o Urano.
La gran aportación de este nuevo estudio viene a la hora de acotar los lugares donde buscar el ansiado noveno planeta de nuestro Sistema Solar. Los expertos son pesimistas al respecto, de encontrarse en la parte de su órbita más cercana al sol quizás ya lo hubiésemos detectado. De encontrarse en la parte más excéntrica va a ser muy dificil obtener alguna prueba de su existencia, y su periodo orbital es de 10.000-20.000 años…
Lo cierto es que el hallazgo de una supertierra o un minineptuno acercaría a nuestro Sistema Solar al estandar del resto de sistemas solares que hemos ido descubriendo en los últimos años. La mayoría de ellos posee un planeta con estas características y que nuestro sistema no lo tenga llama poderosamente la atención.
La confirmación de todo esto puede tardar mucho tiempo en llegar, muchísimo…
Fuentes:
- Forbes – Ethan Siegel
- Caltech.edu
- Scientific american