Revista Deportes

Lo que Sochi nos dejó

Publicado el 27 febrero 2014 por Gsnotaftershave @GSnotaftershave

No, no se ilusionen con que este post va a dejar de lado la política internacional para darle paso al deporte, porque estos Juegos Olímpicos trajeron mucha polémica. Sino, no estarían acá.

 

Las Pussy Riot interactúan con la mascota olímpica / AP

Las Pussy Riot y la mascota olímpica / AP

Sochi 2014 nos mostró que Rusia es mucho más que vodka, mamushkas y 33 medallas olímpicas.

Para empezar, la polémica arrancó varios meses antes de los Juegos Olímpicos de Invierno, cuando en junio de 2013 se aprobó una ley que prohibía la propaganda homosexual en el país. Por “propaganda” los legisladores rusos entienden publicidad, manifestaciones, besos en público y actos que involucren la presencia de un niño frente a una persona gay. Aunque fuera su padre o madre.

Y un dato alarmante: 80% de los rusos dice estar de acuerdo con esta ley.

Tanto que algunos de ellos están dispuestos a aplicar la ley por mano propia y hostigar a los homosexuales, bajo falsos cargos de pedófilos. En el video a continuación se puede cómo actúa el grupo “Occupy Pedophilia”, una de las agrupaciones de “vigilantes” que abusan de los homosexuales. En la grabación los neonazis invitan a sus víctimas a una cita falsa (con otro hombre) para luego aprovecharse de ellos físicamente. Los golpean, los rapan, los torturan, los obligan a masturbarse con botellas y los tiñen con pintura. Luego suben todo a las redes sociales para humillarlos aún más.

Todo esto con la connivencia absoluta de las autoridades. “Es normal que te peguen, eres gay”, le dijo la policía a Gleb Latnik, un activista LGTB ruso cuando fue a hacer su denuncia tras recibir una paliza en una manifestación.

Pero, ¿qué esperar de las autoridades de uno de los países más corruptos de la tierra? Cosas como las medidas que se tomaron en contra de las Pussy Riots, un grupo punk feminista que tocó en la Catedral de Moscú y se ganó dos años en prisión por su rebeldía y su blasfemia ilegal. ¿Se acuerdan de ellas?

Bueno, estas chicas fueron “casualmente” liberadas por Putin justo antes de los Juegos Olímpicos de Invierno, como símbolo de apertura. Pero el grupo punk no aprovechó su libertad para vivir con tranquilidad, y las Pussy Riots volvieron a ponerse las máscaras en Sochi para cantar su tema “Putin te enseñará a amar la Madre Patria”. Durante los juegos, el gran escaparate del presidente ruso, con todas las cámaras a su alrededor.

Traduje una parte de la letra para que vean cómo los golpeadores justificaron la paliza que les dieron.

50 mil millones y un arcoiris gay /Rodnina y Kabaeva [atletas rusas] te pasarán la llama / En la prisión te enseñarán a obedecer /Salud a todos los jefes, hail, duce!/Putin te enseñará a amar la Madrepatria/Sochi está bloqueado – vigilancia olímpica/ fuerzas especiales, armas, multitud de policías…

Y ciertamente había una multitud de policías. Luego de los atentados en el Cáucaso Norte y el frente virtualmente abierto en esa región, Rusia puso especial atención a la vigilancia y la seguridad. Sumando, esto constituyó un gasto de 51 mil millones de dólares, convirtiéndolos en los juegos olímpicos más caros de la historia (hasta ahora).

¡Pobre Vladimir! Sobre tooooodas estas preocupaciones, además tuvo muy mal timing. Ucrania le descontroló el patio y esto repercutió en sus juegos. Una de las competidoras, la ucraniana Bogdana Matsotska decidió abandonar la competencia de esquí como protesta por los sucesos y en apoyo a la remoción del ahora ex presidente Viktor Yanikovich.

Sin embargo, su esfuerzo fue recompensado. Rusia se proclamó el gran ganador de los juegos (13 medallas de oro y 33 en total) y el evento transcurrió sin atentados graves. Punto para Putin. Lo que sus millones no pudieron evitar es que todos miraramos de cerca las grietas de una sociedad que desde hace bastante viene perdiendo cucardas en materia de Derechos Humanos.

VERÓNICA FURLAN – @veronicafurlan


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