Revista Cultura y Ocio

Lo que te pertenece. Garth Greenwell

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Lo que te pertenece. Garth Greenwell
     "Que mi primer encuentro con Mitko B. terminara con una traición, aunque fuera pequeña, ya debería haberme puesto en alerta entonces, y eso a su vez debería haber mitigado mi deseo de él, o incluo haberlo eliminado por completo. Pero el sentido de alerta, en sitios como los lavabos del Palacio Nacional de Cultura, que fue donde nos conocimos, viene a ser un elemento coextensivo del aire, ubicuo e ineludible, hasta el punto de convertirse en parte misma de aquellos que habitan en él, y por tanto en parte esencial del deseo que nos lleva allí".
     Llevo esperando este libro desde el pasado año, así que no tardé ni un día en salir corriendo a la librería para hacerme con él. Hoy traigo a mi estantería virtual Lo que te pertenece.
     Conocemos a un hombre sin nombre que nos revela su historia. Es profesor de literatura y ,cuando se nos presenta en esta novela en primera persona, reside en Sofía donde da clases en la universidad y roda la treintena. Una vez llega a Sofia no tarda en descubrir un lugar en el que tener sexo esporádico y sin compromiso previo pago, y se dirige allí sin saber que conocerá a Mitko en ese lugar, un hombre con el que llega a obsesionarse.
     Voy a comenzar esta opinión dando rienda suelta a lo que sé es mi imaginación, pero en el caso de los libros escritos en primera persona, me cuesta no buscar en ellos al autor. Sobre todo si se trata de un libro de vivencias tan sentido como este. Y es que, la honestidad que destilan las páginas de Lo que te perteece, unidas a que su protagonista afirma que su nombre de una sílaba resulta impronunciable para un búlgaro, nos obligan a jugar con la posibilidad de que las líneas de este libro encierren algo de realidad. Lo que desconozco es si se trata de una pista dejada por Greenwell o si, por el contrario, es una treta bien orquestada para conseguir reforzar esa sensación de honestidad. En todo caso, funciona.
     La novela estructurada en tres partes diferenciadas, es una novela sobre sentimientos. En la primera parte, nuestro protagonista cooce a un chapero llamado Mitko por el que se siente inmediatamente atraído.En la primer apágina ya nos habla de este encuentro en unos baños públicos dejando bien claro que nuestro protagonsta se siente cómodo con su sexualidad. Es allí, un lugar en el que la gente practica cruising, donde comienza esta historia, aunque en la segunda parte del libro veremos que comenzó mucho antes. Mitko es chapero, inaccesible y metódico, y nuestro protagonista es consciente de ello en todo momento. Hay una gran parte de Mitko que le es vetada y por es, cuando Mitko le llama amigo, parece clavársele la palabra. Pero no puede evitar sentirse atraído por él, pagarle, buscar esa línea entre amor y ternura, querer saber más de él buscando ese espacio al que sabe que no llegará. Pero no nos equivoquemos, porque no nos habla de amor, es algo mucho más básico y cercano a la posesión aunque sea parcial del objeto deseado. Quizás por eso no hay n drama cuando Mitko se aleja. Y de repente, llaman a una puerta y entregan una nota a nuestro protagonista que, con lo que en ella se le dice, no puede evitar caer en el recuerdo. Y aquí el libro se torna doloroso.
      Greenwell nos habla de la relación del protagonista con su padre, del descubrimiento de la homosexualidad de una forma natural y del olor de la vergüenza, de la mancha, de la sensación de que algo está mal. Kentucky no parece el mejor lugar, y menos en el seno de una familia conservadora, para descubrir que uno es gay, porque irá acompañado de la necesidad de ocultarlo, un sentimiento que oscila entre la vergüenza o la humillación que queda reflejado a la percepción en el enamoramiento de su amigo K.
     La última parte de la novela es la que relata la relación del protagonista con R, una relación estable, monçogama y mucho m´s convencional en la que toda las turbulencias de la vida parecen haber quedado atrás. Sin embargo el pasado siempre puede volver, y así es como, una vez más llama a la puerta del narrador, que la abre si se encuentra a Mitko una vez más. La historia sigue siendo triste, pero ahora de una forma distinta, Mitko ha seguido en un desceso mientras que nuestro protagonista parece haber encontrado su zona de confort, pero el choque es inevitable, como también lo es la conciencia y el deseo que se agita levemente en su interior. Mitko sigue siendo un chapero, aunque ahora pida de otra manera y nuestro protagonista sigue buscando en él ese resquicio. Una evolución que no le deja liberarse del todo y que convierte este libro en una experiencia lectora a ratos casi desgarradora.
     Cuando leemos un libro muchas veces nos sentimos inmersos en la historia. Eso pasa con Lo que te pertenece, una novela en la que el autor sabe llevar al lector por un torbellino de sensaciones. Un libro en el que los nombres son tan importantes como aquello que desvelan y quizás por eso la ausencia de nombe del protagonista nos hace pensar en una cercanía al autor. Veremos, por ejemplo, que la única persona del libro a la que se le otoga un nombre es a Mitko, mientras que el resto vienen nados por las iniciales. Y no podremos evitar pensar, que esa posesión pagada en billetes de 10 y 20 a lo largo de su relación con el protagonista y, sobre todo, esa primera treta relatada en la primera página, ha sido vengada a lo largo de la novela con el simple gesto de escribir su nombre completo. Consiguendo de este modo un juego magistral con el lector a través de juego no verbalizado con él.
     Lo que te pertenece me ha parecido una novela excepcional en muchos sentidos. Un libro al que merece la pena acercarse con una lectura llena de capas. No dejéis de leerlo y, si podéis, comentarlo. Este es uno de esos libros que permiten horas de conversación.
     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
     Gracias.

Volver a la Portada de Logo Paperblog