Tanto que decir sin siquiera llegar a mover los labios.
Tanto que callar y sin saber estarnos quietos.
Y es que muchas veces no es que una imagen valga más que mil palabras, es que decimos más con lo que hacemos con nuestro cuerpo que no hay discurso que valga cien años, jejeje...
Me lío, será que ya es viernes.... aquí os dejo la infografía de esta semana, gracias a un tweet de Rául González: