Título: Lo raro es vivir Autora: Carmen Martín Gaite Editorial: Anagrama Año de publicación: 1996Páginas: 229ISBN: 8433910353
Este es ya el cuarto libro que leo de Carmen Martín Gaite después de Nubosidad variable, Irse de casa y Entre visillos. Mientras lo leía, sobre todo al principio, creía que era el que menos me gustaba. Durante las primeras cincuenta páginas me costó entrar en la historia y congeniar con la protagonista. Pero al final acabó seduciéndome y atrapándome, frase a frase, página a página.
Águeda Soler es una joven sin rumbo. No tiene claro de dónde viene ni a dónde va. Ni siquiera está segura de dónde está ni de quién es. A sus 35 años, acaba de perder a su madre, Águeda Luengo, una conocida pintora con la que no ha compartido todo lo que le hubiese gustado.
Ni siquiera llegó a compartir ese maravilloso dúplex situado en la zona del Bernabéu. Ella prefirió una buhardilla en Antón Martín y dedicarse a la música, a componer canciones de lo que ella llama entrerrock. Entre canción y canción le quedó tiempo para las noches llenas de alcohol y de amores que no se olvidan.
Pero ahora sí quiere olvidar. Quiere pasar página, avanzar, correr, huir, desaparecer. Por eso trabaja en un archivo, donde dedica sus días a investigar la historia y los enigmas de un extravagante aventurero dieciochesco famoso por sus mentiras.
Prefiere refugiarse en los libros, en los apuntes y en las historias del pasado, un pasado ajeno a ella, lejano y que no le pertenece antes que afrontar el suyo, su pasado, su presente y, sobre todo, su futuro. Tiene miedo, no sabe qué hacer con su vida y lo deja pasar. Todo. Nunca hace nada. Por más post-it que coloque por la casa y por el coche. Para ella, nada es tan importante como para hacerlo ahora, hoy. Todo puede esperar a mañana.
Gracias a esas mentiras y a esos enigmas se alejará de sus propios misterios, los de sus padres, divorciados desde que ella era una niña, los de Tomás, su pareja o los de su abuelo, ingresado en una residencia.
Así, poco a poco, Águeda entenderá que huir de su propia vida no es tan fácil como había creído. Por más que lo intenta, no logra deshacerse de su infancia, sus recuerdos, sus miedos, sus sueños, sus fantasmas, sus deseos, sus amores. De nada sirven las noches en vela en casa o en la calle, las borracheras, los cuentos o las metáforas.
Porque la protagonista y narradora de esta historia vive a base de metáforas, en un mundo absurdo que sólo ella conoce y que pocas veces comparte. Sólo con su madre, con Tomás y con Rosario Tena, la mejor profesora que tuvo en la facultad de Bellas Artes y que acabó convirtiéndose en alguien muy especial no sólo para ella, sino también para su madre.
Esta es una historia que nos habla de lo cotidiano, es una reflexión existencial, pero también es una novela de misterio, de sueños rotos, de mentiras, de dolor ante la muerte, de maternidad, de amor. Es una historia de paseos sin dirección, de mañanas, tardes y días enteros perdidos dando tumbos por Madrid.
Una historia que nos hace reflexionar y nos enseña a enfrentarnos a nuestras inseguridades, las familiares, las laborales, la amorosas, las personales. A todas. Porque a todas se les puede mirar a los ojos. Porque con todas se puede convivir y se pueden superar. Día a día. Mientras nos damos cuenta de que los raros no somos nosotros. Lo raro es vivir.