Siempre he sido de los que piensan que lo importante de un libro es el interior. Las palabras, las pausas, los sentimientos... Es muy sencillo: la historia te atrapa o no te atrapa. Pero no voy a negar lo evidente, me gustan las buenas ediciones. Cuando cojo un libro y se ve como la editorial le ha dedicado especial atención a los detalles. Si, reconozco que no me gusta dejarme los ojos (afortunadamente no necesito gafas) por una letra minúscula y ya ni hablemos del papel de Biblia (asumo que las faltas de ortografía son inevitables). Mi última lectura ha sido uno de esos casos, cuidada hasta el mínimo detalle, la edición me ha enamorado.
¿Qué opináis? ¿Sois también de los que agradecéis que una buena lectura se amenice con una edición cuidada?