El éxito es relativo, siempre dependerá de con quién o con qué comparemos para determinar si esa persona o alguno de sus proyectos ha triunfado o fracasado. Pero creo que realmente es la propia persona quien debe decidir si ha conseguido el éxito o no, ya que en función de sus propios objetivos, esta puede evaluar sus resultados según sus aspiraciones.
No hace mucho tiempo escuché a Tony Robbins decir que “El éxito sin realización, es igual a fracaso“, y no puedo estar más de acuerdo con esta frase. ¿Deberíamos buscar el éxito sin importar la realización? Más bien debería ser al contrario. Si lo que buscamos es éxito, siempre estaremos a expensas de la aprobación de la gente. Sin su aprobación por mucho que nosotros creamos que lo hemos alcanzado, no sentiremos que así sea hasta que no nos lo reconozcan, cosa que puede llegar algún día o que puede no llegar nunca.
¿Cuánta gente queda en la sombra habiendo conseguido grandes logros sin el reconocimiento de otros? ¿Ha de quitar esa situación algún mérito a lo logrado? o ¿Cómo se deberían sentir esas personas si sólo buscasen el reconocimiento? Estas son algunas preguntas que te pueden hacer reflexionar acerca de la realización.
Pero ¿qué es lo que cambia cuando cambiamos nuestro punto de vista? ¿Cambia algo perseguir la realización independientemente del éxito?
La cosa cambia muchísimo. Si buscamos realizarnos como personas, no dependeremos de nadie para sentirnos realmente bien con nosotros mismos. Nosotros marcaremos los hitos de nuestra vida, en función de nuestros propios objetivos y valorando el trabajo realizado. No esperaremos la aprobación de un tercero que juzgue si nuestro trabajo ha merecido la pena o no, porque seremos nosotros los que sabremos si la ha merecido. Además, jugaremos con la ventaja de no sentir la presión de aquellas personas que sólo buscan el éxito y el reconocimiento en todo lo que hacen.
Es verdaderamente una satisfacción saber que lo que haces te lleva por el buen camino, cuando consigues lo que te propones y cuando la opinión de los demás no influye en la percepción que tú tienes de tu trabajo. Tu objetivo principal ha de ser tu propia realización personal, a partir de ahí, el éxito y todo lo bueno que pueda llegar siempre será algo más muy bien recibido.
Mientras llega ese éxito, disfruta lo máximo que puedas del camino.