Es la última tendencia, aparece en todos los blogs y revistas, la encontramos en los techos de los restaurantes y no hay tienda de decoración que se precie que no la tenga en su escaparate. La lámpara Sputnik ha sido y será siempre un icono del diseño.
Esta lámpara surge como homenaje al primer satélite artificial, que en 1957, la Unión Soviética (actual Rusia) mandó al espacio.
Durante la mitad del siglo XX tomaron gran protagonismo, creándose muchísimas adaptaciones a la forma original del satélite. La preferencia original era para los comedores de la época, aunque actualmente se pueden colocar en salones, comedores, escaleras, habitaciones…
Su forma es muy original como variada, forma de araña siempre, con brazos terminados en bombillas y otros brazos en unas bolitas metálicas. Pegadas al techo, con caída, más redonda o sin forma especifica. Los materiales con los que se fabrican son múltiples metales como bronce, cobre, hierro, latón, etc. Mi preferida, el acabado dorado.
¿Qué les parece señores?