La encuesta última del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), está siendo una cantinela que no cesa de repicar en todos los medios de comunicación.
Son tantas las interpretaciones de los politólogos que vierten en las tertulias sobre la citada encuesta que, lo siento, pero estoy en contra de casi todas las valoraciones.
El CIS, es un organismo autónomo español que depende del Ministerio de Presidencia y que desde enero de 2009 difunde, eso si, gratuitamente todos los ficheros de los datos de las encuestas que realiza dicho organismo autónomo, y que por supuesto pueden utilizar de forma secundaria, los analistas e investigadores.
Es una herramienta muy útil para saber, sociológicamente hablando, qué es lo que opinamos los ciudadanos.
A lo largo de las publicaciones del CIS vemos lo que los ciudadanos pensamos de la situación política principalmente, es decir por donde van los tiros en lo referente a las preferencias que tenemos de la actuación de los que nos gobiernan.
Lo siento, pero discrepo y bastante de las citadas encuestas. No lo digo por la transparencia de dicho organismo autónomo que desde 1990, viene funcionando, no, lo digo por la realización de los mismos, que insisto, no dudo de la profesionalidad de los agentes entrevistadores, sino por lo que una encuesta puede decir.
No creo que a las encuestas se les pueda atribuir que son hechas para el conocimiento científico de la sociedad española. ¿Ese conocimiento supuestamente científico es realmente científico?
Partamos de una premisa fundamental: las bases de datos. Los bancos de datos, es un conjunto de datos pertenecientes a un mismo contexto y se almacenan sistemáticamente para usarlos en un momento posterior.
Decir que en la última encuesta del CIS (Estudio nº 3050) de enero de 2015, se han utilizado 250 municipios y 48 provincias. La fecha realización de dicha encuesta es desde el día 2 al 12 de enero de 2015 y el tamaño de la misma ha sido de 2481 entrevistas.
Insisto no dudo de la profesionalidad de los entrevistadores, pero tengo mis dudas sobre los entrevistados, a tenor de lo que suele uno contestar cuando te preguntan en el momento, ya que se puede estar 'dolido' o hasta un pelín 'quemado', por asuntos que te hayan ocurrido y no tengas muy buen humor que digamos.
Digo, y es mi opinión particular, que las encuestas muchas veces dices respuestas que pueden ser no verdaderas, incluso incongruentes con tus pensamientos.
Si me preguntaran si creo en las encuestas, mi respuesta al entrevistador sería que no. Lo siento.