Tiene que ser simple: esta es una máxima que en productividad funciona. Cualquier cosa tiene que basarse en el principio de la simplicidad, ponlo como modo predefinido en tu mente, y verás como tus sensaciones y resultados mejoran.
Hay algunos puntos muy importantes en productividad personal donde la simplicidad es imprescindible:
Tus objetivos, la simplicidad es un principio básico para formularlos. En primer lugar debes saber que quieres, luego haz que el camino hacia esto sea simple, realista y asequible.
Tu sistema o herramientas de productividad, no por muy complicado un método es mejor, no por ser un software último modelo es mejor. Debes encontrar lo que te funcione, y si es simple, mejor. Nadie ha dicho que una libreta sea una mala herramienta, todo lo contrario.
Tu pensamiento, no le des muchas vueltas a las cosas, la mayoría de las veces la respuesta es muy simple, leer entre líneas o perderse en interpretaciones complicadas no es más que una pérdida de tiempo. Si te encallas en algo o no sabes la respuesta para continuar: pregunta, es así de simple.
Tus hábitos de relación, haz simple tu lenguaje, tus preguntas o tus respuestas, evita interpretaciones o malentendidos, ganarás un montón de tiempo.
Estos son sólo unos ejemplos donde la simplicidad es importante, pero es recomendable tenerla siempre como referencia: en los procesos (por supuesto), en informes, reuniones, etc.
Es muy importante destacar que la experiencia transforma hacia simple cualquier cosa, así pues, es necesario también no pretender adelantarse a los procesos de aprendizaje naturales, todo llega, pero empieza por lo simple: en la simplicidad está el éxito.
Keep it simple!