Precisamente, en lo literario, uno de los principales pilares del género es el francés Julio Verne, el otro sería el inglés H. G. Wells.
Y hablando de H.G.Wells y para que empecéis a ver cómo el steampunk está en todas partes, os recuerdo que hace unas semanas, las Pecados tuvimos el honor de entrevistar en nuestro 7 contra 1, al escritor Félix J. Palma (lee aquí el resultado). En sus dos últimas y exitosas novelas "El mapa del tiempo" y "El mapa del cielo", el autor hace protagonista de la trama al escritor H.G.Wells, siguiendo en parte las tramas de sus novelas "La máquina del tiempo" y "La guerra de los mundos".En concreto, en la más reciente novela de Félix J. Palma, "El mapa del cielo", las referencias steampunk son constantes, con el uso de personajes históricos (no solo Wells, sino el mismísimo Edgar Allan Poe), y la división de la trama en dos realidades alternativas, con esa invasión alienígena espectacular y terrorífica, que eleva el steampunk a la categoría de obra arte.Otra obra literaria, que en este caso dio el salto al cine con un resultado no demasiado satisfactorio, es "La liga de los hombres extraordinarios", en la que los protagonistas son personajes de ficción, Tom Sawyer, el hombre invisible, el capitán Nemo... Y los escenarios no pueden ser más steampunk.
Básicamente, en sus inicios, allá en los 80 (algo bueno que nos ha dejado los 80, increíble), lo steampunk siempre se refería a un estética victoriana, enmarcada en la gran revolución industrial inglesa. "Steam" significa vapor, y por eso en este género, sea en literatura o cine, es fácil encontrar máquinas asombrosas, incluso aviones, de funcionamiento mecánico y en base al consumo de carbón. Es decir, aparatos que podrían hacer lo mismo que los que tenemos hoy en día, pero que no han evolucionado por medio de tecnologías tan sofisticadas.
PORTÁTIL STEAMPUNK
En cine también, tenemos la bellísima "El castillo ambulante" de Hayao Miyazaki. Partiendo de la novela de la autora inglesa Diana Wyne, Miyazaki cuenta su propia versión, sobre la joven Sophie hechizada por una bruja, y el mago Howl obligado a luchar en una guerra en la que no cree. Todo ello en un entorno de paisajes oníricos, sobre los que vuelan aviones que mueven las alas como aves, y cruza siempre el mismo tren soltando su humo negro de carbón. El castillo del título, en el que vive Howl, se mueve con unas curiosas patas de ave, y está lleno de tuercas, piezas de metal desordenadas, remaches y curiosidades varias.



VERSIÓN STEAMPUNK DE LOS CAZAFANTASMAS
Creo que ha quedado claro que me chifla lo steampunk, sea en literatura, cine, o incluso moda, así que nadie se sorprenda si cualquier día encontráis una foto de esta Soberbia que os habla, vestida de esta guisa.

