Vas caminando por el bosque y, de repente, te encuentras con el amor, natural.
Sobre una piedra, lisa y redonda.
Lo tuve que fotografiar…
Sé que no es manzanilla. No huele a manzanilla , no le salen pétalos blancos y se despliega en un color amarillo que, al atardecer , parece fosforito. Esa colonia de flores orgullosas, me recuerda a la vida alienígena… y no sé por qué.
Lo tuve que fotografiar.
Entro en una papelería especializada en rotuladores. Ahora que estoy desarrollando mi fulgurante carrera pictórica con la Rotu-Terapia, he aprendido a diferenciar y a valorar las calidades. Los rotus de los chinos son breves, se secan, se me hunde la punta…Voy a por los alemanes de toda la vida. Mientras curioseo entre los de punta fina y gruesa, al agua, permanentes, metálicos, etc, etc,me encuentro con la sección de “Rotuladores/Textil”. Pregunto y me dicen que es para dibujar en la ropa y aguanta la lavadora…Tentación total. Tengo una camiseta blanca, blanca que me está diciendo algo así como: ¿píntame?.
Y voy y le hago caso y la pinto. Al principio, con unos cuantos de esos circulitos imperfectos, queda hasta mona. Me voy animando y, al final, convierto a la pobre camiseta en esto.
Llámalo DIY fallido.
Lo tuve que fotografiar.
Las fotos del futuro dicen que tendrán aromas… Esta es una de esas fotos…
La pena es que me pilla en plena Operación (imposible) Bikini.
Pero…lo tuve que fotografiar. Sólo para olerlo, de verdad.