Revista América Latina
Carola Chávez.- A nadie le llega una cadena de Whatsapp que diga: “¡Urgente! Pásalo a todos tus contactos. Cinco vigilantes del estacionamiento de la universidad reparan carro chocado de una profe mientras esta da clases y lo hacen de panas, porque hay que ayudar” o “Abuela cuida a su nieto, y de paso, cuida, gratis, a todos los niños de su calle para que sus mamás y papás puedan trabajar tranquilos”. A nadie le llega porque esta cosas no son noticia.
Noticia es lo excepcional, lo no común, lo impactante. En cambio, lo cotidiano, lo normal sucede y ya. Y la verdad es que estas historias de los vigilantes, de la abuela, de el vecino que te trae sopa cuando tienes gripe, nos suceden a cada rato y más en estos tiempos dificilísimos que vivimos. Nosotros los venezolanos, todos, contrario a lo que esperan quienes apostaron a la asfixia para vernos caer, sacamos lo mejor de nuestra esencia y nos convertimos en hacedores de una cotidianidad heroica que nadie está contando detalladamente y que daría para escribir una epopeya de sopotociendos de tomos.
Pasa en las calles, en las comunidades, en la tuya, en la mía; tejemos un manto de redes de solidaridad, se encuentro, de apoyo, para cubrirnos todos, para no terminar convertidos en esa sociedad caníbal que nos quieren hacer creer que somos. Eso que no es noticia porque para nosotros es lo normal, ¿cómo no ayudarnos?. Esa normalidad que en realidad es un hecho extraordinario: el modo como desafiamos “el cause natural de las cosas” que debía haber desembocado en una matanzón que no será, porque no queremos que sea.
Una crisis que pretende robarnos nuestra esencia alegre, solidaria, libertaria, insumisa; y que refuerce las falsas premisas de “la viveza criolla“ y de “el venezolano flojo” (siempre en tercera persona, eso sí); que nos minimice, que nos culpabilice, que nos deprima, porque “los pueblos tristes no vencen”, decía Jauretche… Y algunos caen, porque la guerra es durísima, pero la mayoría seguimos protagonizando un sin fin de micro cuentos que van hilando esta enorme, hermosa y admirable historia de resistencia, que no se está contando porque nos parece normal.
Y hablando de lo excepcional y lo noticioso: ¿Han notado que cuando un empresario o un banquero tiene un gesto solidario se convierte en una noticia viral? Bueno eso…
Carola Chávez
@tongorocho
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