Revista Belleza

¿Lo Vuestro Es Amor o Es Ciencia?

Por Mariola Azores De Bustarviejo @MariolaAzores
¿Lo Vuestro Es Amor o Es Ciencia?
Nos gusta pensar que cuando le decimos a alguien "Te Amo" nos estamos guiando tan solo por el corazón y las emociones. Pero, mal que nos pese, la biología y la antropología han encontrado explicaciones científicas para muchos de nuestros comportamientos en el amor. 
Para "celebrar" que este próximo domingo es San Valentín hoy en LMDM he recogido las conclusiones de dos artículos del Huffington Post, 15 verdades sobre el amor demostradas científicamente y 9 extraños efectos secundarios del amor y te invito a que nos hagamos las siguientes preguntas: ¿Tenemos corazón o solo reacciones biológicas? ¿Amamos locamente o es que estamos drogados? ¿Podemos culpar a la evolución de nuestras infidelidades? ¿Un amor imposible es romántico o es simplemente una reacción química?
No es Amor, Es Ciencia
El amor no es una emoción 
La antropóloga Helen Fisher lleva 30 años dedicada a la investigación del amor y una de sus principales conclusiones es que "el amor no es una emoción, sino un impulso, una necesidad fisiológica". Es la mezcla de diversas sustancias en el cerebro (dopamina, serotonina, oxitocina, etc.) lo que nos conduce a crear vínculos emocionales con otra persona.                                                          El enamoramiento solo dura 3 años Según la neurobiología después de tres años los receptores de dopamina pierden sensibilidad y desaparece el estado de enamoramiento. Quizás esto explique que algunas personas sean incapaces de mantener relaciones a lo largo del tiempo, ya que sus organismos son adictos a las sensaciones que les producen los altos niveles de dopamina.                                                                El apego dura más Cuando se sale de la fase de amor romántico entra en juego la oxitocina, que está relacionada con la sensación de apego.                                                        Ellos se enamoran a primera vista  De nuevo según Helen Fisher cuando nosotras nos enamoramos activamos partes del cerebro que tienen que ver con la memoria y la rememoración, lo que hace que necesitemos pasar más tiempo con una persona para enamorarnos. Sin embargo los hombres activan las zonas que tienen que ver con los estímulos visuales. Es el aspecto físico lo que desencadena la liberación de dopamina y por eso ellos se enamoran antes.                                                     Nos gustan las personas misteriosas El misterio está íntimamente ligado a la novedad, y esta, una vez más, a la dopamina.                                                        Nos enamoramos de la simetría Las caras simétricas  activan las áreas cerebrales relacionadas con el enamoramiento. Además, los hombres de todas las culturas se sienten atraídos por las mujeres cuya figura responde a la proporción 0,7 entre el diámetro de la cintura y el de la cadera. Puedes calcularlo tú misma dividendo los centímetros de la cintura entre los de la cadera.                                                               El amor nos ciega Cuando nos enamoramos de alguien se desactivan regiones del cerebro que tienen que ver con la lógica y el razonamiento.                                                             El amor nos idiotiza  Si estás apasionadamente enamorado te costará más concentrarte y realizar tareas que requieran tu atención.                                                              El amor nos droga Al enamorarnos se activa en el cerebro la misma red neuronal asociada a la adicción a la cocaína, de ahí el estado de euforia y exaltación que nos provoca el amor.                                                              El amor te ralentiza Hay investigaciones que demuestran que los hombres, cuando están enamorados, adaptan al andar su ritmo para ajustarlo a la velocidad de su amada.                                                         El amor te impide ver el peligro Un estudio demostró hace tres años que los hombres no dudan en asumir grandes riesgos cuando se trata de ganar el amor de una mujer. Esta actitud temeraria ellos la han heredado de nuestros antepasados que habitaban en las cavernas, ya que para sobrevivir debían arriesgar constantemente sus vidas si querían conseguir comida, refugio y parejas sexuales.
Los obstáculos "nos ponen"
La dopamina también tiene mucho que ver con esto. Si percibimos obstáculos, los niveles de dopamina aumentan (esta sustancia además de con el enamoramiento está relacionada con la motivación para alcanzar objetivos), por lo que los sentimientos se intensifican. Esto podría explicar el enganche que sufren algunos enamorados cuando sienten que su amor es imposible.
El amor y el odio son lo mismo
Ambos están relacionados porque producen las mismas sustancias químicas. Sí, del amor al odio solo hay un paso: al analizar los ciclos cardíacos de una persona la ciencia ha demostrado que no se puede apreciar la diferencia entre si acaba de asesinar a alguien o si ha tenido un orgasmo.
El sexo engancha emocionalmente a las mujeres
Helen Fisher recomienda a las mujeres que no hagan el amor con aquella persona de la que no quieran enamorarse. ¿Por qué? Porque la zona de liberación de dopamina se activa durante el acto sexual, y en el caso de las mujeres este área es un 70% más grande que en los hombres. Es decir, es más fácil que nosotras nos impliquemos emocionalmente después del sexo. Imagino que esto ya lo sabías, pero ahora ya sabes por qué sucede.
La monogamia es antinatural
La ciencia afirma que la poligamia es un comportamiento evolutivo del ser humano mientras que la monogamia es un comportamiento social. El doctor en Psicología Christopher Ryan lo expone así: "La monogamia es como ser vegetariano. Tú puedes decidir ser vegetariano y puede ser una decisión sana, inteligente y ética. Pero ser vegetariano no cambia el hecho de que por naturaleza eres omnívoro. En nuestra especie somos omnívoros tanto en la dieta como en el sexo".
¿Infidelidad sexual o emocional, qué prefieres?
Desde un punto de vista evolutivo, la ciencia lo resume de la siguiente manera: las mujeres sufren más con la infidelidad emocional porque pierden los apoyos que necesitan en su misión reproductora. Sin embargo el hombre llevaría peor la infidelidad sexual porque estaría invirtiendo energías en la cría de un descendiente que podría no ser biológicamente suyo. 
Si tu mente curiosa no ha tenido suficiente con este breve análisis del amor a través de los escépticos ojos de la ciencia, prueba a saciar tu necesidad de respuestas deglutiendo con lentitud el artículo "¿Existe el amor verdadero?" de la revista Jot Down. En él poetas, filósofos y sociólogos ampliarán tu perspectiva acerca de this crazy thing called love. Y Feliz San Valentín.

¿Crees más en la ciencia o en Cupido?


Volver a la Portada de Logo Paperblog