Visitamos primero la playa Punta Carola, llena de lobos de mar echados por todas partes en familia, rebozándose en la arena, bostezando y disfrutando del sol luciendo su sobrepeso. Sin embargo, todas las guías decían que la playa interesante de San Cristobal era la playa de La Lobería, a donde nos desplazamos después y para nuestra sorpresa, había muchos menos lobos de mar que en la primera. Parece que hace unos años hubo una gran matanza furtiva y muchos de los animales se desplazaron a otras playas de la isla, y poco a poco están regresando.
Sin embargo pudimos bañarnos un poco en la playa y ver a las tortugas marinas pastando como ovejas en los fondos marinos.





























