Locas parejas de la Tierra (del planeta Tierra), las (USA, 1999)

Título original: The Mating Habits of the Earth Bound

Director: Jeff Abugov

Guion: Jeff Abugov

Música: Michael McCarthy

Fotografía: Michael K. Bucher

Género: Comedia, Ciencia Ficción

Reparto: Mackenzie Astin, Carmen Electra. Markus Redmond. Lucy Liu, Lisa Rotondi, Sharon Wyatt, Jack Kehler. Leo Rossi, Antonette Saftler, Marc Blucas. Anne Gee Byrd. Eric Kushnick, Linda Porter, Tyler Abugov

Argumento

Unos extraterrestres estudian los comportamientos sexuales de los humanos, para comprobar que la especie no sufre peligro de extinción.
Para el estudio eligen como muestra a una pareja que se acaba de conocer. El, un buen chico, ella, despampanante y también buena persona, pero que ya ha tenido varias relaciones insatisfactorias.

Simpática comedia menor, tan menor que, que yo sepa, ni siquiera se estrenó en las salas comerciales españolas. Esto no quiere decir de por sí que no tenga calidad, pero es siempre un dato sospechoso.
La realidad es que no es nada del otro jueves pero su visión no molesta, incluso hace algo de gracia.
Hay buenos apuntes sociológicos sobre el comportamiento de los hombres y mujeres cuando se conocen y desean interrelacionarse mutuamente, sobre todo en el plano sexual: sus dudas, estrambóticas ideas y hechos desmedidos algunas veces.
Las situaciones no son nada nuevas, pero hay cosas que logran que se esboce la sonrisa en el espectador, como esos entrañables espermatozoides que tratan una y otra vez de llegar a su destino, sin lograrlo.

 
Los diálogos alternan lo cotidiano con un desenfado propio del cine de finales de los noventa, con un lenguaje un tanto procaz o por lo menos desinhibido, cosa que extraña, por su franqueza, pero se agradece pues plasma fielmente la realidad de la calle.
Por lo demás, y aparte de la simpatía del protagonista McKenzie Adams, y de la deslumbrante belleza de Carmen Electra, una de los últimos sex simbols, no hay nada destacable.
Por ello se debe catalogar esta cinta como fresca y cachonda, siempre amena. Pero sin que aporte más calidad que la que se le supone.