Martina Klein, José Corbacho, Carles Gaig o Amaya Arzuaga explican en un libro sus preferencias sobre este milenario producto que vuelve a estar de moda
Venerado durante siglos y marginado en los últimos tiempos por su contenido calórico, el pan ha vuelto con fuerza a nuestras vidas en formas, tamaños y sabores de lo más diverso. De la clásica barra, pasando por el de olivas y llegando a innovaciones como el de chocolate y naranja, nueces o vino. Ahora 26 famosos han decidido confesar su adicción por este milenario alimento en Locos por el pan (editorial Lunwerg), un libro en que personajes del mundo de la cultura, el deporte o la medicina cuentan lo que representa para ellos este alimento. Loquillo, Martina Klein, Cayetana Guillén Cuervo, Carles Gaig, José Corbacho, Elvira Lindo o la diseñador a Amaya Arzuaga son algunos de los rostros que aparecen en un proyecto impulsado por el horno artesano L’Obrador y que tiene fines solidarios ya que los beneficios de la venta van destinados al Banc dels Aliments y la Fundación Josep Carreras contra la leucemia.
El sector del pan ha vivido en nuestro país momentos de transformación en las últimas décadas y se ha pasado de dos o tres variedades a infinidad de ellas “fruto de la influencia alemana y francesa”, explica el periodista Arnau Mas, nieto de panaderos y autor del libro junto a Albert Armengol, que se ha encargado de las fotografías. Lo cierto es que hoy el pan está de moda y la mayor evidencia de ello son los miles de establecimientos que inundan las ciudades, lugares que Martina Klein define como “auténticas joyerías”. La modelo es una de las 26 caras conocidas que han hablado y posado para este proyecto solidario.
Pan con pizza
En la importancia que se le da hoy al pan juega un papel destacado la alta cocina, que inicialmente lo rechazó por ser un alimento “vulgar” para más tarde situarlo como un elemento de suma consideración, explica Arnau Mas. Para el humorista José Corbacho el pan es justamente lo segundo y es tal su forofismo que asegura que come pan “con fruta e incluso con pizza”. El humorista, que protagoniza una de las entrevistas más divertidas, cuenta que cuando fue a elBulli acabó pidiendo a Ferran Adrià (que ha escrito el prólogo del libro) pan para acompañar la experiencia gastronómica.
Y si a algunos maestros de la cocina les costó introducir el pan, este no fue el caso de Carles Gaig, otro de los protagonistas del libro, que incluso ha ideado, junto con el panadero Pere Roche, uno con vino del Priorat. Para el chef catalán también es incuestionable la evolución de las panaderías, algo que denota la importancia que hoy se le da al pan: de la vocación se pasó al negocio y ahora “ha vuelto a los que aman el oficio”, asegura. Y para los que lo aman y se quieran animar a hacerlo en casa, el libro incorpora recetas -cedidas por Pere Roche- de varias especialidades de pan.
La pasión de algunos entrevistados de Locos por el pan por este alimento es tal que algunos reconocen que son lo que son gracias él. Es el caso del escritor Javier Moro que antes de arrasar con su novela Pasión india, y ante la dificultad de ganarse la vida con la escritura, decidió montar una panadería con un socio. Pero el éxito de ventas de libro, bromea, “le sacó de panadero”.
El Loquillo más tradicional
Igual que sucedió con Corbacho, el encuentro con el cantante Loquillo, que aparece en la foto con un rodillo, también tuvo mucha miga y en él dejó claro que las apariencias engañan. Y es que por sorprendente que parezca, el rockero se confiesa muy tradicional en lo que a panes se refiere (igual que con los gin-tonics) y asegura que no le gusta que lleven “cosas”. Es tanta su devoción por este alimento que asegura que después de un concierto es capaz de “matar” por un pedazo de pan.
Y es que, en tiempos de crisis, el pan se convierte en el gran aliado porque sacia y, sobre todo, porque también alimenta (los expertos aconsejan consumir unos 250 gramos al día). Esto es lo que opina el escritor y analista económico Leopoldo Abadía, que más como padre de familia numerosa que como experto económico subraya la importancia del pan como fuente de alimentación. Y lo dice con conocimiento de causa: tiene 12 hijos y 44 nietos.
Una experiencia multisensorial
Pero si el buen pan entra por la vista, también lo hace por el oído, explica Carles Sans, miembro de El Tricicle. Paradojas de la vida, este artista que se gana la vida haciendo mímica valora sobremanera el sonido y considera que el ruido que hace una barra al partirla también da información sobre si el pan es de calidad o no.
Y las preferencias panáticas de los entrevistados son tan variadas como la manera en que les gusta acompañar este alimento. El aceite de oliva o el tomate untado tapado con un buen embutido es para muchos uno de los mejores maridajes. Otros, como Josep Carreras, aseguran tener una receta secreta “que es una delicia”.
Fuente: La Vanguardia