¿Es posible combinar dos estilos tan opuestos? cuando veáis las fotos ya no os sorprenderá tanto el titular, porque si que creemos que funciona.
Esta vivienda de casi 200 m² en la que viven 4 personas y distribuida en dos plantas, es una de las más frescas y acogedoras que hemos visto últimamente.
Nos encantan esas paredes rústicas de ladrillo visto y las vigas de madera, en contraste con elementos más nuevos en tonos naturales y grises y el toque de un par de piezas de madera pintada de verde, algo inesperado, moderno y es solo una pincelada de color, lo cual llama la atención sin robar todo el protagonismo.
Los habitantes de esta casa aman la naturaleza, el arte y el diseño y eso se ve en todas las habitaciones, hasta tienen en el dormitorio un cartel de su amada Frida Kahlo, pero lo que a nosotros más nos gusta de toda la casa ¿sabéis que es? las lámparas.
Son todas o bien de metal lacado o de fibras naturales, cuelgan del techo, con cable largo, a veces a pares, otras son de pared a modo de flexos o como las dos bombillas que cuelgan sobre el tocador del dormitorio, chulísimas con un cable estilo soga gruesa, que combina perfectamente con la mesa y la silla y el armario ropero de cannage.
La distribución abierta ayuda a que la vivienda sea luminosa y amplia, no es una decoración minimalista porque hay muchos elementos, pero se siente cálida y acogedora, lo que todos queremos para nuestros hogares, a ver qué os parece. ¡Feliz lunes!
Vía: Shoko design
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