La saga X-Men nos ha acostumbrado a continuos saltos temporales de una película a otra, y "Logan" no es una excepción. Para evitar problemas de continuidad, nos situamos directamente en el futuro, en el año 2029. Allí, los mutantes están prácticamente extinguidos, y Logan vive escondido con un anciano y enfermo Charles Xavier bajo su protección, y se gana la vida como conductor de una especie de limusina. En esa situación, un día recibirá el encargo de transportar a una niña misteriosa.
Si bien el guión no ofrece una estructura demasiado novedosa en cuanto a su trama, el aspecto diferenciador respecto a otras películas de superhéroes lo encontramos en su tono, algo más desencantado y pesimista de lo habitual, aunque tal vez no esté tan marcado como mucha gente pregona. Ver a un Lobezno mayor, estropeado y cansado, es el gran atractivo y acierto de la cinta. El carisma del personaje sigue intacto, lógicamente beneficiándose de un cada vez más convincente Hugh Jackman en la que presuntamente será su última encarnación del más famoso hombre-X (el próximo actor en coger el personaje lo tendrá complicado para hacer olvidar a Jackman). Y, por fin, encontramos a un Lobezno desatado en una película que no ahorra en sangre y gore. Posiblemente, no sea esta una película para llevar a los críos. Otra de las virtudes de "Logan" es convertirse en una road movie rayana en el western con pocos personajes, lo cual le da mucho tiempo para centrarse en la psicología del trío principal.
Por contra, volvemos a encontrar poca chicha en el lado de los villanos, que para mi gusto resultan totalmente carentes de entidad y le restan puntos a los enfrentamientos y secuencias de acción. Pese a ello, todo transcurre de manera muy natural y fluida, con un nivel superior a otras películas del género. Al menos, hasta que llegamos al tramo final. Y es que en toda la parte del desenlace, la impresión que tuve es la de estar viendo una película totalmente diferente, y no para bien. En todo ese tramo, todo se vuelve demasiado convencional, demasiado cutre, como si hubiera prisas y pocos recursos para terminar, hasta la música adquiere un tono rancio y nada acertado. Es por ello que la sensación al acabar "Logan" no es del todo buena.En el reparto, como decía, Hugh Jackman demuestra tenerle la medida perfectamente cogida al personaje, y aquí funciona mejor que nunca al mostrar a un Lobezno veterano y perjudicado. Patrick Stewart también está bien, aportando presencia con un personaje nonagenario pero totalmente reconocible. Sin embargo, la que más puede sorprender es la niña Dafne Keen, quien demuestra una tremenda naturalidad y ofrece un recital de contención por un lado y salvajismo desatado por otro. Muy bien. Sorprende también ver entre los pocos secundarios al humorista Stephen Merchant interpretando al mutante albino Caliban.Vale que "Logan" se sitúa algo por encima de otras películas del género superheroico al intentar aportar un punto de vista más alejado de lo habitual. Pero, en mi opinión, sólo lo consigue a medias, cayendo en unos cuantos errores que lastran el conjunto además de hacerse demasiado larga. Aceptable, pero ni de lejos es el peliculón que muchos quieren que sea.Mi nota: 6