Escritores: Apostolos Doxiadis
Christos H. Papadimitriou
Si digo que esta novela gráfica trata sobre la búsqueda de los fundamentos de las matemáticas, más de uno seguro que sale corriendo, y se perdería un libro absolutamente genial. De hecho para mi gusto se encuentra entre las mejores novelas gráficas de las que llevo leídas.
Es verdad que desarrolla - y más que bien, por cierto- el recorrido de esta búsqueda casi filosófica de unos cimientos (la Lógica) en los que fundamentar unas matemáticas para que sean soporte suficiente para la ciencia. Pero contado de forma tan dinámica, interesante y aventurera, que casi pudieras creer que lo que en realidad andan buscando es el Santo Grial. Así que aquí aparecen estos “caballeros” a modo casi de héroes compartiendo un obsesivo “objetivo de obtener conocimiento cierto sobre el mundo”.
Entre la originalidad con la que está elaborado este cómic, los mismos creadores de esta novela gráfica son a su vez personajes del cómic, que desde un escenario de lo más acertado: Grecia, a modo de intermedios, nos van trayendo al 2008, explicándonos la labor creadora de este cómic, a la vez que proporcionándonos una refrescante vuelta a la “normalidad” propia del resto de los mortales corrientes.
Pero cuando volvemos al asunto que aborda, es decir, al desarrollo en sí de esta historia de búsquedas, parte exactamente de otro escenario todavía más acertado. Nos sitúa en septiembre de 1939, porque ya que estamos con la Lógica, ¿no se trató de un tiempo de locura, un tiempo que parecía encontrarse secuestrado más que nunca por una total irracionalidad? se podría incluso criticar y con razón, a la venerada Razón - como dirían las hermanas Costello de Coetzee-, que parece haber fracasado, ¿es a esto a lo que ha acabado llevándonos la Razón?. Y es que hay que recordar que es en esta fecha precisa cuando la ideología nazi de Hitler, creada por la Razón, quiere expandirse en busca de su espacio vital. Acaban de invadir Polonia, y otra guerra mundial ha sido declarada: la IIGM.
Es en este instante cuando Bertrand Russell, el conocido lógico, matemático, pensador y escritor, -el cual nos va a guiar en este libro - va a dar una conferencia sobre “El papel de la Lógica en los asuntos humanos”, ¡¡ El papel de la Lógica en los asuntos humanos !!, -chilla el lector-, manifestantes pacifistas angustiados, allí se encuentran. Buscan de Bertrand Russell, -que cuenta ahora con 68 años-, que se pronuncie sobre la irracionalidad de involucrarse en otra guerra. Y es que este Bertrand Russell además de lógico era conocido por su faceta de pacifista militante. Empieza el espectáculo, nos contará su recorrido por el estudio de la lógica, y ya al final, obtendremos respuesta a la pregunta práctica. Todo un cebo y de lo más voluptuoso (adjetivo utilizado a conciencia).
No me voy sin decir que los dibujos son también geniales, con un colorido que me ha recordado muchísimo a los de Tintín. Y también que he disfrutado mucho con la forma en que los creadores han sabido relacionar y traernos las manifestaciones culturales de una época, citas de lo más oportunas de escritores, obras de teatro ... o las tragedias del mundo clásico a través de los mitos griegos, e incluso las ideologías innatas y que afectan incluso a los lógicos, resultando un conjunto de lo más completo.
Me despido con un chisme de lo más gracioso. Cuenta el libro que el lógico Wittgenstein, cuando heredó, decidió a su vez donar esa sustanciosa herencia a sus hermanas ya millonarias. A la pregunta de por qué a ellas y no a personas necesitadas de verdad, responde: “el dinero corrompe, mejor dárselo a los ya corruptos”.
Me voy, pero antes dejo dos citas de este Wittgenstein y otra de Russell:
- "Las respuestas a lo realmente importante están fuera del alcance de las palabras"
- "Todos los hechos de ciencia no bastan para entender el sentido del mundo"
- “¿Cómo anular el daño causado por el instinto, la emoción, el habito?”
NOTAS:
- Bertrand Russell: 1872-1970. Fue premio Nobel de Literatura en 1950,
- En la Orestiada, es en la mitología, la primera vez que aparece la forma democrática de un juicio formado por ciudadanos.
- Se cuenta que ya sea considerado el resultado de esta búsqueda más o menos fracasada, al menos se puede afirmar que gracias a ella hoy en día tenemos un lenguaje para los ordenadores.
- Leer la obra de Ibsen: “Los espectros”. También a Russell le encantaba este pedazo de dramaturgo. Decía Russell tras ver esta obra: "Viajamos con peso muerto a bordo, y debemos deshacernos de él"