La identidad para la ciudad de Melbourne es luminosa, colorida y distintiva, lejos del habitual carácter institucional aburrido. La flexibilidad de la identidad le permite tener diferentes formas y patrones, en función del soporte donde va aplicada. Un gran ejemplo de marca de ciudad.
En lo primero, seguro que tiene razón. Muchas veces vemos cómo los proyectos importantes son encargados a agencias y estudios fuera de nuestra ciudad, bien por prestigio bien por intereses publicitarios, y eso no suele sentar bien. Respecto a si representa o no a la ciudad, es un tema muy subjetivo. Empezando por cómo quiere verse representado cada uno.