Lograr el tan ansiado bienestar es uno de los grandes retos de todos, a todos los niveles, pero a veces nos cuesta de manera especial lograrlo en casa… Sin embargo, no es tan difícil, solo tenemos que prestar atención a algunas claves que nos ayudarán a crear ambientes que nos hagan sentir bien. Toma nota:
La iluminación
¡Qué importante es la iluminación en una casa!
El primer paso en este sentido es comprobar que estás sacando todo el partido posible a la iluminación natural de tu casa: las puertas y ventanas acristaladas son tus aliadas, comprueba que tus cortinas o estores no están frenando en exceso el paso de la luz, etc.
El segundo es una revisión a las bombillas de la casa: ¿funcionan todas?, ¿podrías sacar más partido con un poco más de potencia?
Y finalmente, apuesta por pequeños puntos de luz que te ayuden a crear ambientes e imprimir un toque más personal con tonos de luz que se adapten a tus necesidades y gustos.
En este sentido, las posibilidades son infinitas… ¡Juega con la luz!
Orden
El desorden físico provoca caos mental… Así que para encontrar el equilibrio a nivel mental y sentirnos a gusto, lo mejor es buscar opciones y soluciones que nos permitan almacenar todas las cosas.
Tendemos a guardar y almacenar cosas que ya no nos sirven, que no vamos a utilizar más… Deshazte de todo ello. Y lo que estén roto o en malas condiciones en casa, repáralo o arréglalo. Si no tienes tiempo, comprométete a hacer una cosa cada día, o una cada semana… pero hazlo.
Funcionalidad
Da un paseo por todas las estancias de tu casa y comprueba si todos los espacios son funcionales. Si lo son, deberías poder caminar y alcanzar cualquier objeto con facilidad y sin tropezar con ningún obstáculo. Si no lo es, observa bien la distribución; a veces, un solo cambio de ubicación de los muebles nos ayuda a economizar el espacio y hacer de nuestra casa un lugar funcional y práctico.
Los colores son importantes
Puedes elegirlos en función de tus gustos, por supuesto, ya que se trata de crear espacios personalizados. Ahora bien, no descuides la psicología del color y ten muy en cuenta los efectos de los colores; por ejemplo, los colores más vivos transmiten alegría y dinamismo, mientras que los más claros transmiten tranquilidad y paz. Todo depende de lo que necesites.