Título original: LOL: Laughing Out Loud
Director: Lisa Azuelos
Guionista: Lisa Azuelos
Intérpretes: Sophie Marceau
Christa Theret
Jocelyn Quivrin
Jérémy Kapone
Marion Chabassol
Lou Lesage
Émile Bertherat
Françoise Fabian
Productor: Romain Le Grand
Fotografía: Nathaniel Aron
Música: Jean-Philippe Verdin
Montaje: Stan Collet
Nacionalidad: Francia
Año: 3.008
Duración: 103 minutos
Edad: 13 años
Género: Comedia
Distribuidora: Alta Classics S. L. Unipersonal
Estreno: 26-06-2.009
Página WEB: Web Oficial de la película en Francia
Web Oficial de la distribuidora en España
Tráiler de la película en YouTube
Calificación:
Crítica: 5,554 Espectadores: 99.752
Vizcaya: 5,765 Recaudación: 584.326,37 €
España: Puntos (Popularidad):
Rugoleor: Índice de popularidad:
Sinopsis:
LOL son las siglas de "Laughing Out Loud" (muerto de risa) en la jerga de Internet. Y así llaman a Lola sus amigos. Sin embargo, el día de la vuelta al instituto después del verano, Lola no tiene ningunas ganas de reírse: Arthur, su amigo, la provoca diciéndole que la ha engañado durante las vacaciones. Y su pandilla tiene la virtud de complicarlo todo, como su madre, Anne, con la que cada vez le resulta más difícil hablar de sus cosas, y no sólo porque no sabe lo que significa LOL... Todo se complica, Lola cree estar enamorada de su mejor amigo, su madre se ve en secreto con su ex marido mientras coquetea con un policía y el diario de Lola parece haber sido descubierto... y leído.
28 años después de ser catapultada a la fama con “La fiesta (Claude Pinoteau, 1.980)”, Sophie Marceau ejerce de madre de una prometedora Christa Theret en esta nueva comedia dramática generacional que, como aquella, ha batido records de taquilla en Francia. Todo comienza el día en que LOL –así la llaman sus amigos- discute con su novio, que le ha confesado una infidelidad estival. A partir de ahí, los enredos de una generación muy ligada a los cachivaches electrónicos.
Crítica:
29.06.2009 – JOSU EGUREN
La juventud de marcha
Curioso retrato generacional el de Lisa Azuelos. Sus adolescentes viven en pisos de dos plantas, visten con desgarbo ropa de marca y han sustituido la carpeta de anillas por el portátil de 2.000 euros. Nada ha cambiado, siguen siendo igual de pijos que sus padres y se enfrentan a los mismos problemas.
Coquetean con las drogas -blandas claro- y practican el sexo, todo ello en un entorno controlado por un guión moralista que no da pie a mayores excesos. Y cuando crezcan irán a la Universidad para después optar entre ser diseñadores de moda, directores de empresa, cineastas o rockeros. Perfecto. Así se explica que “LOL” haya reventado las taquillas francesas con este cocktail que agita los ingredientes de la comedia juvenil americana aderezando la mezcla con un toquecito de “Falcon Crest” para adolescentes. La novedad está en ver como estos 'poshers' de correa prieta utilizan la mensajería instantánea y el SMS, amagando con descarriarse de un redil discretísimamente vigilado por pastores eléctricos. Del otro lado están los progenitores, mecenas de un estilo de vida sólo al alcance de la alta clase media, debatiendo sus propias crisis existenciales -¿qué me pongo? ¿dónde veraneo? ¿con quién me acuesto?-, aunque en el fondo sus problemas no son más que el reflejo proyectado por sus hijos en un espejo convexo.
Paradójicamente “LOL” (“Laughing Out Loud”), título inspirado en un acrónimo de orígenes 'interneteros', no se come ni una sola vocal en su sintaxis, y subraya cada situación cómica o pseudodramática con rotuladores gruesos. Azuelos cuenta una historia destinada a los espectadores juveniles, pero no se fía de ellos. No les cree capaces de atar de cabos, y cuando filtra nuevos elementos en la narración lo hace redoblando de tambores, evitando así el despiste de las mentes rebeldes. Han pasado 40 años desde el Mayo francés del 68, y bajo los adoquines de París no hay nada, sólo papeletas de la UMP.