Un grupo de amigas parisinas pasan unos días de vacaciones al sur de Francia. Allí comparten confidencias sobre los hombres, el amor y el sexo a los cuarenta y tantos, los hijos, ....Además conocerán a un par de autóctonos, entre ellos Jean-René, del que Violette se enamorará. Todo parece ir bien porque además Jean-René se muda a París. Pero allí conocerá a Lolo, el hijo de Violette y todo empezará a torcerse.
La película comienza como una comedia entre mujeres maduras, hablando de sexo, hombres, hijos, con ese toque parisino y culto, por encima de todo y de todos, que tiene su gracia.
Pero cuando aparece en escena Lolo la comedia se convierte casi en una película de terror, con ese hijo psicópata de Violette. Una Violette ingenia, demasiado buena, que deja que su hijo manipule su vida, cosa que ha hecho desde que era pequeño. Lo cual causa escalofríos.
Con lo que no sé muy bien cómo tomarme Lolo. ¿Una comedia? Pues no lo sé porque algunos puntos son tan crueles que ya os digo, parece casi una película de terror.
Tampoco acabé de pillar lo que Julie Delpy quería transmitirnos. ¿Que los hijos pueden ser malos malísimos? ¿Que hay que saber cortar el cordón?
Sí, te ríes, porque hay situaciones que te sacan la sonrisa, pero no acabé de ver hacia dónde nos dirigía.