Revista Viajes

Lomas de lucumo: un milagro verde en lima

Por Pablosolorzano
LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA


El 6 de enero de 1535, Ruy Díaz, Juan Tello de Guzmán y Alonso Martín de don Benito partían desde el santuario de Pachacamac, en el valle del río Lurín, comisionados por Francisco Pizarro, hacia el norte. El fin: encontrar un buen lugar donde fundar la capital del futuro virreinato del Perú. Así, llegaron hasta el valle del río Rimac ("el hablador") y encontraron el Valle de las Pirámides, el mayor de todos los conocidos en la costa. Escogieron ese lugar para fundar Lima, la futura gran capital del virreinato, por encontrarla llena de todas las bondades que se necesitaban: "buen viento, buena agua, buena hierba, buenos bosques".

En setiembre del 2010, nosotros hacíamos  el camino inverso: desde el valle del Rímac hacia el valle de Lurín y no precisamente por querer buscar un lugar para fundar una ciudad sino más bien para huir de la que ya se había fundado y con la esperanza de encontrar precisamente lo que aquí ya casi no hay: "buen viento, buena agua, buena hierba, buenos bosques".
GRIS
Los meses de invierno en Lima son para muchos interminables (Julio – Noviembre, más o menos). No es muy frío, no hay nieve ni nada por el estilo; el único fenómeno, a parte de los temblores, es la eterna llovizna cuyas gotitas caen incesantes sobre tu cara, como miríadas de mosquitos. Caen desde ese cielo sin cielo limeño, inmenso en su tono grisáceo, sin un solo destello que altere su plomiza homogeneidad. La neblina sube desde el mar, atraviesa los acantilados y como una serpiente transparente constriñe con su húmeda piel a la ciudad. La vida, en apariencia, pasa lenta y abúlica.

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

Foto del blog http://descubriendolima.blogspot.es/

Sin embargo, así como esta neblina hace posible que crezca esa melancolía tan típica en los corazones limeños permite también, y desde hace muchos miles de años, el milagro del verdor en medio del color arena interminable de las costas peruanas, uno de los desiertos más áridos del planeta, dicho sea de paso. Estos espacios verdes podrían ser consideradas como "oasis nacidos de las brumas": Las Lomas.
UN MILAGRO VERDE
Pero ¿cómo es que nacen estos bolsones de verdor? La gran Bárbara d´Achille dice: "Por efecto de la condensación de la neblina que viene del mar, la cual, llevada por los vientos alisios, asciende por las pendientes andinas. Al encontrase con las ráfagas que descienden de los altos picos, la capa de nubes descarga su humedad en el desierto" permitiendo de este modo que la vida sea posible en este lugar. Esta vegetación es estacionaria, es decir sólo podrán ver su esplendor si van entre Agosto y finales de Octubre, justo los meses más "grises" de la costa peruana. Si van en verano lo único que observarán es desierto, piedra y tierra.
Al tapizarse de ese verde delicado, estos cerros empiezan a llamar la presencia de pumas, guanacos, venados, palomas, picaflores, perdices, cardenales o turtupilínes y el pajarillo de pecho rojo y cresta negra, los cuales llegan hasta aquí atraídos por esa riqueza de alimento, si bien, efímera, no por ella menos ubérrima. Así, la vida llama a la vida.
LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

Hubo un tiempo en que casi toda la costa peruana tenía abundancia de estos espacios que eran manejados racionalmente por quienes las habitaron desde los 5 a 4 mil AC. Se sabe que en estos lugares podían obtener una buena variedad de alimentos: plantas y animales a los que cazaban en los famosos "chacos", es decir, cercaban una zona e iban gritando y avanzando de a pocos para reducir el espacio hasta que podían coger los animales de manera muy fácil. Mataban a los machos, soltaban a las hembras y si eran vicuñas pues las esquilaban y las dejaban en libertad.
Pero lamentablemente las lomas sintieron el impacto en sus frágiles sistemas con la llegada de bestias de carga pesada y ganado caprino traídos por los conquistadores que sobrecargaron las posibilidades de pastoreo y por el uso frecuente que se hizo de estos espacios para adquirir leña y forraje (aún hasta hoy) lo cual casi los condena a la total extinción.
EL VALLE DE LURIN: EL ULTIMO PULMON DE LIMA
Lima es una ciudad "vegetariana": verdor que ve se la traga. Está cruzada por tres valles, dos de las cuales, el Rimac y el Chillón, están perdidas por la contaminación y la urbanización desmedida. Modernidad que le llaman. El último que aún nos queda en cuidados intensivos es el valle de Lurín que sin embargo ya ha sufrido los embates del "desarrollo" en más de un 16% de su territorio.
Si bien el valle es extenso y sólo su parte baja y media cuenta con caminos incas y casi 300 restos arqueológicos, grandes espacios para la práctica de la bicicleta de montaña, el parapente y el rapel, nos concentraremos sobre todo, en uno de sus mayores atractivos: Las lomas de Lúcumo. Para llegar allí  y apreciar todos sus encantos y misterios sólo es necesario un viaje de 45 minutos que nos permitirá apreciar cómo es que todo cambiará radicalmente; como sí uno se hubiera ido a otro mundo, a uno imposible de concebir en medio del desierto.
Para ello tomamos en la carretera Panamericana Sur (pasa por Miraflores a la altura del “puente Angamos”) uno de los buses de la ruta SM – 18 que van a San Bartolo, (3.50 soles) y que en 40 minutos, y luego de haber pasado cerca al famoso Santuario de Pachacamac (que luego conoceremos) y las no menos famosas chicharronerías de Lurín, te dejan en el cruce de la antigua Panamericana Sur con la avenida Paul Poblet (Paradero "Cruce"). Allí mismo salen las combis (también hay “colectivos) que por 1 sol te llevan en 10 minutos al bonito y tranquilo pueblo de Pachacamac (no confundir con las ruinas).
PACHACAMAC PUEBLO
Ya desde la época colonial este poblado era muy reconocido, el veedor de la colonia  Miguel de Estete dijo que "este pueblo de Pachacamac es gran cosa", refiriéndose a las grandes construcciones que en aquella época había. Hay que pasear por sus callecitas para experimentar la tranquilidad dominguera y olvidarse de que se está a menos de una hora de la gran urbe. En la plaza tienen una bonita pérgola de madera que la adorna y en uno de los lados está la iglesia de San Salvador que data del siglo XVIII, hecha en adobe, con bóveda de cañón corrido, de una sola nave y dos torres.
LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

La gastronomía en este pueblo es variada y deliciosa: pachamancas, pollo, conejo, cuy, todo bien acompañado de unos buenos vinos y piscos que aquí se producen, entre las marcas de las que he oído hablar más están el SANTA ELENA y el CAVAS DE PACHACAMAC, cuyas bodegas se encuentran en las afueras del pueblo. La municipalidad ha abierto el "Museo del Pisco", que no pudimos visitar pues a esas horas de la mañana estaba cerrada. Luego de este pequeño recorrido, bajamos por la calle Lima (cerca de la plaza) hasta llegar al lugar donde salen unos mototaxis que por 2.50 soles (por 3 personas) y en 10 minutos te llevan hasta el poblado donde empieza todo el circuito de las lomas: Quebrada Verde.
QUEBRADA VERDE
Pueblo pequeño y de casas sencillas. De entrada nos recibe el olor de la leña, el mugir de algunos animales a lo lejos y el cantar del algún gallito trasnochado. La gente se dedica a la agricultura y ganadería, pero también han empezado a producir quesos y yogurt.
LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

Llegamos hasta "la tranquera" y pagamos los 3.50 soles (5 soles si deseas acampar) de la entrada, no es obligatorio pagar por un guía pero es recomendable si es la primera vez que vas. Si uno va con un grupo de hasta 10 personas y desea un guía es necesario pagar 25 soles. Algo muy interesante es que los fines de semana los guías son los mismos niños del pueblo que aprovechan sus días libres del colegio para ayudar a los visitantes en la caminata. En días de semana son los mayores los encargados del guiado.
Frente a la tranquera hay una tienda y restaurant donde puedes usar los baños gratis, cosa recomendable antes de empezar la caminata ya que en el trayecto no hay servicio alguno. Es una buena oportunidad también para comprar algo que comer y beber.
Lo primero que te encuentras en el pueblo es la pequeña plazoleta y una especie de laberinto que se ha construido y en cuyas paredes se ha representado, con mosaicos, la leyenda de CAVIYACA y CUNIRAYA HUIRACOCHA, seres de la mitología antigua y que tienen que ver con Pachacamac. Por ahora, sólo se puede ver una pared representando el inicio de la historia: la doncella CAVIYACA, bajo la sombra de un lúcumo, come sin querer una fruta que ha sido fertilizada por CUNIRAYA, quien se había convertido en pájaro para lograr su cometido, y la tragedia empieza…
Empezamos a andar por el camino, cuya extensión es de 6 kilómetros que, entre subidas y bajadas, te permite tener unas vistas espectaculares del valle. La primera parada se hace en el "Monumento al caracol", se sabe que estos animales abundaban en las lomas y eran muy requeridos en la dieta diaria de los pobladores, lamentablemente este recurso ha sido sobre explotado y ahora el pueblo tiene sus propios criaderos en las cuales se puede comprarlos, aunque aún es posible encontrar pequeños ejemplares bien adheridos a las rocas. Los peruanos no estamos muy acostumbrados a comerlos pero cuando pregunté me dijeron que sobre todo lo comen los extranjeros. Cosa extraña, en qué momento habremos perdido la costumbre de comerlos me pregunto. Se sabe que hay ceramios mochicas representando a personas recogiendo estos moluscos, indicio suficiente para saber que ya desde hace mucho las consumíamos.

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

Empieza la caminata, abajo el desierto seco y Lucumo Pueblo.


LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

Primeras y tímidas manifestaciones de verdor


 
LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

Seguimos y llegamos a un "abrigo rocoso" en cuyo interior, no muy espacioso, se podían ver, como si estuvieran tallados por una mano diestra, figuras de animales; la más evidente era la silueta de un toro. Luego avanzamos hasta el "Refugio de pastores", un recinto de piedra, abandonado, que supuestamente era usado por los pastores desde tiempos remotos para protegerse del frío. Hay una bifurcación, el camino de la izquierda permite un rápido paseo; si eres de los que le encanta caminar mucho en medio de la naturaleza pues toma la derecha y adéntrate en este mundo de neblina por el que nosotros fuimos.
LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

Empieza la subida, los resbalones por el fango acumulado en los senderos, las risotadas por caminar a lo Michael Jackson, siempre para atrás. Hasta que llegamos a "La Cruz" una gran piedra en la que se ve dibujada una cruz que se cree era una señal hecha por los negros esclavos que al huir de las haciendas que había alrededor tenían a ese dibujo como una referencia de que iban por un buen camino: hacia la libertad.
LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

El sendero sigue en ascenso y empiezan aparecer rocas de formas caprichosas así nos encontramos frente a la "Cara del Inca". Y dicen que al lado se puede ver "La cara del español"; mira tú, la historia los separa, la naturaleza los une. Avanzamos hasta que llegamos a "La mina", y para verlo es necesario entrar en una especie de desfiladero muy estrecho que se nos antojaba una especie de puerta hacia una dimensión desconocida al ver salir de allí sólo vaharadas misteriosas. Decidimos entrar y nos topamos con tres socavones, nos metimos por el más pequeño, donde empezamos de a pie y terminamos arrastrándonos porque el túnel se va achicando conforme se avanza hacia la salida. Aquí hay otra bifurcación, a la izquierda hacia la zona de Camping y la Andenería. Nosotros continuamos por la derecha...

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

El Inca y el Español


LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

Y así llegamos al punto más alto de todo el recorrido: 420 metros sobre el nivel del mar. De pronto paredes de niebla cierran el camino y hasta es imposible ver abajo, el pueblo, la árida costa, la profundidad de la caída. El paisaje es de un surrealismo fascinante: arboles de ramas retorcidas, senderos que se abren hacia un más allá sin fin conocido o al menos no visible, sólo falta que aparezca por aquí un enano o por allá una hada y la cosa sería perfecta. El vaho que nos envuelve se disipa y seguimos camino.
LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

Lamentablemente no pudimos ver el lúcumo, fruto que le da el nombre a las lomas, porque ya está casi desaparecido pero al menos vimos grandes pastizales, musgo, algunos líquenes,  tabaco silvestre y algunas pocas flores amarillas conocidas como "amancaes".
Llegamos a otro "abrigo rocoso" y encontramos algunas pequeñas pinturas rupestres pero sobre todo el espacio en la que estaban porque era notoria la destrucción y atentados que han sufrido: han ido con combas y cinceles a sacarlas para venderlas. Empezamos el descenso hasta que llegamos al lugar que a mi parecer es el más impresionante del circuito: "El Farallón", verdadera mole rocosa al borde de un gran precipicio y que es, para los amantes del rápel, una verdadera delicia.  
LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

Continuamos la bajada observando de nuevo el brusco cambio en la naturaleza: de la vegetación más profusa hacia unos pastos pequeños para luego terminar de nuevo en pueblo, un poco más seco. Como salidos de un sueño o de un lugar de fantasmagorías arrivamos a Quebrada Verde y nos fuimos a la "Casa de guías" donde se puede encontrar a la gente de Desarrollo Económico y Comunidades del Programa Valle Verde, programa que lleva adelante esta iniciativa para conservar y explotar los recursos turísticos de este lugar. Aquí se pueden adquirir unos ricos platos hechos por María Guillén, lideresa del pueblo que atiende a los visitantes con una prestancia sin igual. Ella junto a los pobladores organizan la inauguración de la temporada de lomas el primer fin de semana de agosto y la cosa es bastante atractiva, con ferias gastronómicas, artesanales, música, danza y hasta una ceremonia mística nocturna. Luego regresamos en mototaxi hasta el pueblo de Pachacamac en donde los fines de semana hay una feria gastronómica muy animada y desde allí la visita seguiría hacia las famosas ruinas de Pachacamac de la cual hablaremos en la siguiente crónica. 
LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

LOMAS DE LUCUMO: UN MILAGRO VERDE EN LIMA

Así que ya sabes, si vas a visitar Lima y te apetece estar lejos de los clásicos sitios turísticos, conocer algo verdaderamente nuevo y estar en contacto con lo natural date una vuelta por las lomas de Lucumo. Hasta pronto.
Pablo
TIPS:
Los sábados son los días escogidos por los colegios para las visitas por ende hay que llegar temprano ya que la caminata puede estar muy lenta debido a la cantidad de colegiales que llegan. Además, los gritos y malacrianzas de algunos de ellos hacen que uno agradezca si los tiene lejos.
Asociación Circuito Ecoturístico Lomas de Lúcumo
7830773 - 997944148
[email protected]

Volver a la Portada de Logo Paperblog