Voy a continuar contándote cómo nos organizamos en Londres. Como te decía, Papajavi hizo un plan que nos vino de coña para aprovechar cada día y pudimos cumplirlo prácticamente cada día.
Nuestro primer día fue algo diferente de lo planeado, porque el avión salió con retraso por niebla, pero te lo voy a contar tal cual lo planeamos. Espero que te sirva!
Día 1:
Llegamos a Gatwick, y nuestra intención era coger el Gatwick Express para llegar a Victoria, pero justo había huelga en los trenes y no pudimos sacar billete en ese tren. Como íbamos 4 adultos y dos niños, que no pagan, sacamos un billete de tren con descuento de grupo, que te aplican si compras 3 o más billetes. Tardamos unos 50 minutos en llegar.
En Victoria compramos las Oyster Card normales que, como te decía, recargamos con 30 libras cada una.
Desde Victoria fuimos hasta Vauxhall en metro, que está a dos paradas. Y desde la estación hasta el hotel, caminamos unos 5 minutos.
Después de hacer el chek-in en el hotel, pensábamos volver al metro y coger la línea azul hasta Green Park. Dar un paseo por el parque y ver el Palacio de Bukingham. Los cambios de guardia son días alternos, en principio lunes-miércoles-viernes, a las 11.30. Puedes comprobar los horarios aquí. Luego queríamos haber cruzado St. James Park, llegando hasta Wesminster y ver el Big Ben, y terminar en Leiscester Square para cenar.
Como llegamos más tarde de lo planeado, no pudimos pasear por los parques ni ver el Palacio ese día. Acabamos directamente en la zona de Piccadilly y comimos (a las 17h en el Burguer King de Leiscester Square).
Ya que estábamos ahí, aprovechamos para entrar en la tienda de M&M's y en la de Lego, que está en frente.
Se han convertido en una atracción más de la ciudad. La de M&M's huele a chocolate que te hace salivar nada más cruzar la puerta. Es muy llamativa con tanto colorido y con esas torres de chocolates separados por colores. Es dificil salir sin pecar de allí...
Y la de Lego es impresionante por las construcciones que han hecho. Hay un mural en las paredes de las escaleras que es una pasada, con luces y todo. Y en el escaparate han construido un Big Ben de varios metros de altura y en el techo un dragon que parece entrar y salir de la tienda. También hay una cabina típica a tamaño real y unas mesas con piezas de distintos tamaños (Lego Duplo y Lego classic) para que los niños jueguen. Todo hubiera sido mucho mejor con menos gente...pero en navidad todo estaba hasta arriba.
Al salir de fuimos dando un paseo por Piccadilly Street y nos encontramos sin querer con los almacenes Fortnum & Mason, fijándonos primero en los escaparates, que estaban puestos súper chulos...una locura de boniteces...unas latas de tés y de galletitas...una decoración súper British...un té de las cinco a 25 libras...
El primer día lo terminamos cenando en el hotel unas ensaladas y unos sandwiches que nos compramos en un súper de camino. Ya no dábamos para más...
Día 2:
El segundo día era el del British Museum. Cogimos el metro, la línea azul hasta Stockwell y ahí enlazamos con la línea negra, hasta Tottenham Court Road.
El museo abre a las 10 y no conviene llegar mucho más tarde de la hora de apertura para evitar el mogollón de gente. Nosotros que fuimos en días de cole, nos encontramos allí con muchos grupos de niños en uniforme de visita escolar.
No hicimos una visita muy larga, pero a poco que quieras ver algo de Roma y Grecia, y las momias ya estuvimos casi 3 horas. Al final, entre llegar y visita, empleas la mañana entera.
Al salir del museo, volvimos a coger el metro en Tottenham Court Road y fuímos hasta Candem Twon para comer. Teníamos muchas ganas de ir porque en los anteriores viajes a Londres no nos había dado tiempo. Y como no llovía pudimos comer en los puestecitos que hay al lado del canal.
Aquí os tengo que advertir sobre los pájaros...cuidad de vuestra comida porque no tienen ninguna vergüenza y se tiran a quitártela de las manos. Literalmente!
El ambiente está genial y tienes comida de todos los tipos que te imagines o te pueda apetecer. Nos encantó.
Después de comer, volvimos al metro y nos bajamos de nuevo en Tottenham Court Road, para bajar paseando por Oxford Street hasta la esquina de Oxford Circus y bajar por Regent Street. En Oxford Street hay una de las muchas tiendas de Ben's Cookies que están de muerte y no te puedes ir sin probar. Te encontrarás varias por la ciudad así que no te apures!
El motivo de bajar paseando era llegar a Hamleys, una de las mayores tiendas de juguetes que he visto.
Como era de esperar los niños alucinaron. La tienda está llena de gente haciendo demostraciones de los juguetes (muchos españoles, por cierto) y claro, si alucinas siendo adulto, desde la vista de un niño debe ser como un sueño hecho realidad.
Eso sí, mucho ojo con dejaros llevar por las demostraciones. Los juguetes de su marca, no tienen una calidad demasiado buena...
Al salir de la juguetería paseamos por Carnaby St. que es peatonal y al estar con la luces de navidad estaba chulísima.
Luego cogimos un bus, el primero de dos plantas en el que subieron los canijos, que nos llevó a la zona del Westmister. Teniamos ganas de ver el Big Ben y la London Eye. Los niños disfrutaron como enanos yendo en la primera fila de la parte de arriba, realmente parecía que nos íbamos a chocar con todo X).
Y hasta aquí nuestros primeros dos días. Londres da para mucho! Mínimo 3 post!!