En la búsqueda de un asesino en serie, una agente del FBI descubre una serie de pistas ocultas que debe resolver para encontrar a su autor y poner fin a su aterradora ola de asesinatos antes de que sea demasiado tarde, esta es la base de la que parte Longlegs, una de las sensaciones del cine de terror.
Parece que 2024 está siendo uno de los mejores años que se recuerda de los últimos tiempos para el terror. Películas como “De naturaleza violenta” (2024), “Immaculate” (2024), “Abigail” (2024), “La primera Profecía” (2024), “Un lugar tranquilo: Día 1” (2024) o la inminente “MaXXXine” (2024) están poniendo el mundo patas arriba con sus propuestas terroríficas frescas, originales y, sobre todo, con una factura técnica de alta calidad que elevan el género a un plano superior. Pero si hay una cinta que lo ha revolucionado todo por completo este año, esa es “Longlegs” (2024).“Longlegs” está siendo todo un éxito. Eso es un hecho. La cinta no se ha estrenado en nuestro país y otros de alrededor del globo y ya se ha convertido en la cinta que más dinero ha recaudado distribuida por la compañía NEON, superando a la obra maestra oscarizada “Parásitos” (2019), con más de 70M de dólares recaudados, con un coste infamo de menos de 10M de dólares. El éxito no es algo casual, ya que la distribuidora ha apostado por una fresquísima campaña de marketing utilizando el lenguaje críptico del asesino que lleva el nombre de la cinta, Longlegs, dejando mensajes escondidos por RRSS, carteles o incluso vallas publicitarias. Esa ola de misterio ha ayudado a crecer las ganas de descubrir el secreto que esconde la cinta, igual que la protagonista del film se obsesiona con descubrir a su autor.
Escrita por su propio director, Osgood Perkins, el relato presenta una situación que recuerda altamente a “El silencio de los corderos” (1991): Una agente novata del FBI tiene que demostrar sus habilidades en un mundo hostil dominado mayoritariamente por hombres a la vez que se acerca peligrosamente a un asesino en serie altamente peligroso. El punto interesante de film es la forma en que Perkins presenta la información. El director controla perfectamente qué mostrar en la narración para mantenernos enganchados con pequeñas dosis de pistas e imágenes que van descubriéndonos, a la vez que a nuestra protagonista, las intenciones del temible Longlegs, su ubicación y sus métodos. Numerología, satanismo y una magnífica construcción de su protagonista y antagonista hacen de los primeros actos de la cinta un viaje espectacular y tenso. La combinación de flashbacks para darnos pequeñas píldoras del pasado de la joven agente y el propio asesino también ayudan a hacernos crear un puzzle mental que poco a poco va uniendo sus piezas hasta llegar a su tercer acto. Hasta la revelación demoníaca del último tramo parecía que la trama se sentía extrañamente realista y plausible, haciendo que su terror fuera más palpable y se sintiera inminente en todo momento, a pesar de nunca explotar directamente como muchas obras de terror comercial caen en hacer para buscar el susto fácil. En ese sentido, “Longlegs” recuerda mucho a “It Follows” (2014), generando una tensión asfixiante que no llega a reventar nunca a través de un jump scare que haga gritar al espectador. No, “Longlegs” juega a dejarte sin respiración con una narración que no deja de desarrollarse y resolviendo pistas. El problema llega en la parte final de su conjunto. La resolución parece alejarse mucho de la mística que se ha ido presentando en sus dos primeros tercios. Perkins lleva obsesionado con el satanismo y los cultos oscuros desde su ópera prima, “La enviada del mal” (2015). 
El problema es que presentando la investigación técnica y seria de su agente del FBI podemos llegar a pensar que el film quiera que sintamos que todo puede ser una macabra historia real que pueda hacernos crujir con un oscuro final, al más puro estilo “Seven” (1995); pero Perkins apuesta por una resolución fantástica que deja una sensación agridulce. Por una parte, la violencia final y las decisiones tomadas por sus personajes hielan la sangre y convencen en su desarrollo, pero el punto fantástico sobrenatural hace alejarnos de la tensión generada por su realismo en gran parte del film. No es un problema que tire por el suelo toda la narración, pero llega tan de sorpresa que puede llegar a decepcionar un poco su final. Eso sí, para llegar hasta él se tiene que pasar por un viaje infernal y terrorífico como pocos se recuerdan.La nueva reina del terror, Maika Monroe, protagoniza la cinta y da vida a la agente Lee Harker. Monroe ha ido acercándose el género en los últimos diez años desde que protagonizó con una increíble habilidad la ya citada “It Follows”. Monroe también ha protagonizado otras cintas del género como “The Guest” (2014), “Flashback” (2020) o “Watcher” (2022), consolidando su gran talento para hacer conectar al espectador con experiencias verdaderamente terroríficas y traumáticas. En “Longlegs”, Monroe brinda una interpretación muy serena, marcando su personaje por una falta de emoción que la hace bastante inquietante y que solo consigue explotar entre lágrimas y rabia cuando acaba descubriendo el entresijo de la trama. Aun sin tener una emoción latente, Maika consigue llevar casi todo el peso de la narración y hacernos canalizar la investigación de forma excepcional. Pero quién de verdad brilla en el film ese es ni más ni menos que Nicolas Cage en el papel de Longlegs. Cage ha ido explorando, en los últimos años, personajes cada vez más sonados y con caracterizaciones desquiciadas y que abrazaban el género completamente, ya sea en estupendos films como “Mandy” (2018), “Color Out of Space” (2019) o la reciente “Dream Scenario” (2023) o otras más alocadas y bestiales como “Willy’s Wonderland” (2021) o “Renfield” (2023). Cage consigue construir, en “Longlegs” a un personaje verdaderamente aterrador y se nota que hay un trabajo muy abierto con su director, Oz Perkins, para crear un personaje con unas características únicas, algo patéticas y divertidas, pero a la vez aterradoras. Tiene un juego corporal único y un uso de distintos tonos de voz, muletillas e incluso cancioncillas que ponen los pelos de punta. Nicolas está totalmente irreconocible pero cada vez que aparece en pantalla consigue que no podamos desviar la atención de su personaje. 
Desde su primer largometraje, “La enviada del mal”, Oz Perkins ha apostado por una puesta en escena muy característica. Perkins juega estupendamente bien con el espacio. Una de sus características es el uso de gran angulares y planos muy abiertos, con los protagonistas en primer término, algo que ya hacía en su ópera prima y también en “Soy la bonita criatura que vive en esta casa” (2016). Esta apuesta transmite una tensión constante al mostrar lo que ocurre en la espalda de sus personajes, como si algo terrible fuera a ocurrir en cualquier momento. Es una apuesta parecida a la que hacía David Robert Mitchell en la ya mencionada, otra vez, “It Follows”, pero que funciona a la perfección en “Longlegs”, ya que el peligro es constante y nadie sabe cómo consigue el personaje de Nicolas Cage entrar en las casas y cometer sus atroces actos, por lo que podría ocurrir en cualquier momento. Perkins también juega con distintos formatos. Los flashbacks están filmados en 4:3, el formato cuadrado de televisión, en contraposición con los 16:9 de la acción del presente, creando una distintiva separación de los hechos sin necesidad de introducir intertítulos o narraciones explícitas, haciendo que la acción fluya más elegantemente. Lo único que no termina de convencer es con distintos insertos de imágenes terroríficas o peligrosas con un filtro rojo intenso, como visiones del diablo, mujeres con velo o, la que más se utiliza, una serpiente enroscándose en primer término. Algunos de los insertos podrían interpretarse como pequeños rasguños en la memoria de la protagonista, pero otros no tienen un sentido narrativo más allá de provocar un choque en el espectador, por lo que termina por ser un recurso fácil que ensucia un poco al conjunto. Aun así, el trabajo fotográfico que hacen junto a Mike Gioulakis es fenomenal. Gioulakis fue el encargado de la fotografía de films como “Glass (Cristal)” (2019), “Nosotros” (2019) o, con el director David Robert Mitchell, “Lo que esconde Silver Lake” (2018) y, curiosamente, “It Follows”. Gioulakis tabaja la textura con un grano precioso que aporta una capa de realidad en los sucesos situados en los 90, como si fueran grabaciones que salen directamente de la década. El uso de la cámara en mano no abunda, ni tampoco goza de grandes travellings. Ambos apuestan por planos estáticos, como si no hubiera escapatoria, que incomodan y ahogan tanto a los personajes como a los espectadores. Eso sí, cuando realmente hay un movimiento de cámara acaba siendo totalmente explosivo y visceral.El diseño de producción y la ambientación está muy bien conseguida. En todo momento tenemos la sensación de estar en los 90, desde la ya citada fotografía a la decoración de los interiores, incluyendo el retrato del expresidente Clinton en las oficinas del FBI. La guarida de Longlegs es de lo más turbia y hay un buen contraste entre el mundo burocrático y desalmado de la ley con la locura e incomodidad de su antagonista. El equipo de maquillaje y peluquería hace un gran trabajo, no solo caracterizando físicamente al personaje de Cage, con prostéticos que deforman su rostro de forma espectral, sino también dando personalidad a Lee, sus superiores y su propia madre. El equipo de vestuario acaba de redondear el trabajo de los otros departamentos e incluyen diseños entre terroríficos para su antagonista y elegantes uniformes para la ley.
El hermano de Osgood, Elvis Perkins, es el encargado de componer las melodías de la película. El caso de Elvis es particular. Elvis se dedica al mundo de la música como cantante de folk-rock, pero aun así ha colaborado con su hermano haciendo la banda sonora de casi todos sus films, exceptuando “Gretel y Hansel: Un oscuro cuento de hadas” (2020). En “Longlegs”, Elvis utiliza una mezcla de sintetizadores electrónicos y coros que parecen sacados del mismísimo infierno para crear unos sonidos de los más espectrales y extraños, creando una sensación de incomodidad latente solo con el uso de sus melodías. Además, sabe muy bien cuando hacer explotar sus voces para generar un choque mayor al espectador con la revelación de algunas de las pistas más importantes. Para terminar, hay una pequeña canción que canta el personaje de Cage que es de lo más turbia, aunque, a pesar de adivinar que se trata de una canción infantil o popular estadounidense, no se sabe si es incorporación del mismo actor o algo planeado desde un inicio, pero suena especialmente terrorífica.En definitiva, aunque aún estamos a principios de agosto, podemos asegurar casi al 100% que “Longlegs” es y será la apuesta de terror más fresca, turbia y original del años. Un relato que se construye a fuego lento con multitud de pistas y momentos caóticos que funcionan brillantemente en gran parte del metraje y, a pesar de contar con un desenlace que puede ser algo decepcionante, se sufre y disfruta como ningún otro. Nos vemos en vuestras peores pesadillas.
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- ##check## Lo bueno
- Las interpretaciones de Maika Monroe y, especialmente, Nicolas Cage.
Un cuidado e incómodo guion que se retuerce hasta su revelación en el tercer acto.
La apuesta de dirección de Perkins, ya marca de la casa, y la tensión que genera con ella. - ##times## Lo malo
- El tercer acto tira por un recurso algo distinto de lo que se había presentado y puede desencajar a algunos espectadores.
Algunas imágenes en inserto están solo escogidas para generar impacto al espectador, sin peso en la trama..
El ritmo pausado puede que no sea para todo el mundo.
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- Ambientación 8.0
- Los escenarios en los 90 son muy frescos y la dirección los aprovecha al máximo.
- Desarrollo de Personajes 7.5
- El descenso a los infiernos de Lee es latente y se desarrolla de forma brutal, a pesar de algunas conveniencias de guion.
- Argumento / Guión 7.5
- Los dos primeros tercios del film son espectaculares. El tercero funciona y no es malo, pero desencaja un poco.
- Banda Sonora 8.0
- Entre sintetizadores electrónicos y coros salidos del infierno. Incomodidad asegurada.
- Entretenimiento 8.0
- Aunque tiene un ritmo algo pausado no se hace larga en ningún momento y es tensa desde el minuto uno hasta su final.
- Montaje / Innovación técnica 7.5
- La puesta en escena de Perkins funciona como un tiro, aunque la utilización de insertos sea algo fácil, la factura técnica es inquietante y buena.
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- Puntuación Total 8 / 10
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure