¿Buscas un trabajo? Por desgracia no estás sola tal y como están las cosas, y eso hace que la competencia sea mucho mayor al haber muchos más candidatos para cada vacante.
Por supuesto un buen currículum y habilidades expresivas y comerciales son la clave, pero seamos honestos, la primera impresión la vas a generar en el momento en que te levantas en la zona de espera. Si no ofreces una imagen cuidada muy probablemente habrás perdido el 50% de posibilidades antes de tener opción de abrir la boca.
Te damos varios consejos para que tu aspecto influya positivamente en la imagen que proyectas a tu entrevistador.
¿Qué NO hacer?
Nunca te presentes a una entrevista de trabajo con:
- Chanclas
- Vaqueros rasgados (vaqueros de un tono liso, sin cambios de color, tachuelas, brillos o cosas raras pueden estar permitidos en según qué puestos de trabajo, pero es recomendable que sean de un tono medio-oscuro)
- Blusa o camiseta que muestre tu estómago o caderas
- Joyería/bisutería demasiado llamativa
- Vestido, falda o shorts muy cortos
- Animal print
¿Porqué influyen negativamente estas prendas?
A parte de que obviamente no son prendas que vayan a darte una imagen profesional, si no eres capaz de tomar una buena decisión en cuanto a cómo vestir para una entrevista laboral, tu entrevistador puede preguntarse en qué más cosas meterás la pata.
Y sí la entrevista es para un puesto en el que vas a tratar con clientes o trabajar cara al público, tendrá claro que si a él no le has causado buena impresión por tu imagen ocurrirá lo mismo con la gente con la que trates en el trabajo.
Colores a elegir
Puede parecer una tontería, pero los colores que elijas pueden influir en cómo te ven.
Es muy común optar por el negro al ser un color sobrio, neutro y elegante, pero piensa que muchos/as de tus rivales en el puesto también lo harán. Debes conseguir diferenciarte sin llamar demasiado la atención.
Por ejemplo, el rojo queda totalmente prohibido, ya que es como decir: aquí estoy, miradme. Demasiado llamativo y agresivo. Lo mismo ocurre con colores chillones, estampados de animal print o con mucha mezcla de color, tonos neón, etc.
El negro suele ser una apuesta segura, pero también muy concurrida. Combínalo con detalles en tonos más claros para evitar lucir un aire demasiado sobrio o taciturno y para diferenciarte de las otras candidatas.
El azul marino, medio o pastel son una apuesta segura. No tan sobrios como un negro, no tan claros como un blanco y a casi todo el mundo le favorece ese color. Es una buena elección y queda genial combinado con blanco y crudo.
El marrón es también una buena elección, pero es recomendable combinarlo con blanco o crudo como por ejemplo: pantalón marrón y blusa/camisa de color blanco roto. Da un aire serio y profesional pero sin excederse en sobriedad. Si eres joven te aportará profesionalidad y elegancia y si ya tienes unos años, la combinación con camisa o blusa claras te dará aspecto vivo y juvenil e iluminará y dulcificará tus rasgos.
Rosa: cuidado. Si es fuerte (fucsia y similares) te dará un aspecto vulgar y si optas por rosa pastel (dulce y femenino) puedes proyectar la imagen de una persona blanda, carente de fuerza y astucia y demasiado ñoña. Bien para una cita con un hombre pero no para luchar por un trabajo.
El gris en todas sus gamas también es un color muy recomendado. Aporta elegancia, clase y sofisticación y combina con todo.
Calzado
Incluso siendo verano no es recomendable que lleves sandalias aunque estas sean elegantes y serias y luzcas un estupenda pedicura. La opción más acertada es elegir un zapato liso, tipo salón que no tenga demasiado tacón.
El zapato totalmente plano está aceptado si es tu estilo habitual y no tienes nada con un poco de tacón, pero ten en cuenta que el bajo de tu pantalón no debe tocar el suelo. Eso te daría un aspecto desordenado y sucio.
Insisto en que lo ideal es un poco de tacón (no cuña) que estilizará tu figura y te hará caminar con feminidad y elegancia.
¿Por qué poco tacón?
- Si es demasiado alto, puede restarte profesionalidad y darte una apariencia de mujer fatal o de querer seducir al entrevistador para conseguir el puesto.
- Además puede darse el caso de que tu entrevistador decida ofrecerte una visita guiada por las instalaciones y corres el peligro de caer o caminar demasiado despacio.
Accesorios
Aquí está la clave para vestir en una entrevista: llevar un atuendo simple y conservador y añadirle un toque personal con accesorios. Lo que debes conseguir es que tu entrevistador recuerde algo de ti cuando te marches y sepa perfectamente quién eres de todas las que ha entrevistado.
La idea: una vestimenta profesional y nada ofensiva pero con un toque vivo y personal para distinguirte del resto.
Eso no significa que vayas a ponerte uno de esos collares gigantes que están tan de moda o unos pendientes que cuelguen cual ropa en un tendedero. Algo fino y personal que capte su atención puede darte una ventaja extra si escoges una pieza de joyería que tenga una historia detrás. Así si tu entrevistador dice: “Me gusta su collar” (cosa que a veces hacen para analizar tu reacción y respuesta a una pregunta personal que nada tiene que ver con el puesto) tú puedes responder algo como:”Gracias, lo compré en una pequeña tienda en Italia” o ” mi abuela me lo regaló en mi graduación”. ¡Bam!, te has vuelto al instante más humana, amable y personal a sus ojos.
La excepción en cuestión de complementos: campos creativos como diseño o artes. En estos trabajos esperan que seas única, así que puedes llevar algún detalle más raro, llamativo y original, pero aún así con clase.
Cabello
Sobra decir que debe estar perfectamente limpio y sin aspecto despeinado. Evita a toda costa jugar con tu pelo mientras te entrevistan (enroscar los dedos, tocar algún mechón, recolocarlo constantemente) eso te hará parecer inmadura y nerviosa.
Si piensas que los nervios te pueden hacer tocar tu cabello sin darte cuenta, opta por un recogido sencillo o coleta media-baja (nunca demasiado alta).
Ni se te ocurra hacerte trenzas, dos o más coletas, recoger el pelo en una pinza o llevar un moño desenfadado y con mechones sueltos.
Si puedes prometer que no tocarás tu pelo puedes llevarlo suelto pero evita que se aplaste en la cabeza o que caiga demasiado hacia tu rostro y oculte parte de tu cara, parecerá que intentas esconder algo. No lo lleves engominado y si necesitas aplicar espuma que sea mínimamente y no se note o dé efecto acartonado o humedecido.
Si te tiñes el cabello pon especial atención a tus raíces. Un cabello que está en necesidad desesperada de un retoque de color demuestra que estás en necesidad desesperada de un trabajo (cosa obvia si estás ahí), pero ¿es realmente ese el aspecto que deseas presentar en una entrevista? El entrevistador también puede ver dejadez en ese aspecto.
Si no puedes permitirte colorear tu cabello con la asiduidad necesaria, es mejor que optes por un tono que esté lo más cercano posible a tu color natural.
Rostro
Definitivamente deberías utilizar un mínimo de maquillaje para acudir a una entrevista laboral. Seamos sinceras, la mayoría de nosotras luce mejor con maquillaje que sin él. A no ser que te excedas.
La clave es que parezca que vas a trabajar, no a salir por la noche con tus amigas.
Idea de maquillaje:
- Piel perfectamente limpia e hidratada
- Base de cobertura media
- Corrector de ojeras
- Colorete suave
- Máscara de pestañas
- Tono de labios suave y natural
Opcional: maquilla la línea de las pestañas superiores con delineador negro o marrón, o bien sólo por el interior o fina y pegada a la base de las pestañas. Esto dará mayor volumen a tus pestañas y enmarcará la mirada Puedes, también, marcar la banana con una sombra suave un par de tonos más oscuros que el tono natural de tu párpado.
Evita colores oscuros, fuertes y brillantes. Nada de glitter o labios rojos. Todos estos tonos dicen “sexy”, no “profesional”.
Olor
Vale, ahora tu aspecto es perfecto para una entrevista. Tienes tu vestimenta, peinado, maquillaje, pero ¿cómo hueles? Todavía hay unos detalles más de tu apariencia que no debes descuidar.
Nada de fragancias pesadas. Puede que a ti te encante ese perfume carísimo y fuerte, pero piensa que no todos los gustos son iguales y puede que a tu entrevistador le empalague ese olor y no piense más que en que te marches lo más pronto posible. Lo menos arriesgado, el olor a recién duchada y un desodorante fresco y suave.
Un último detalle: asegúrate de que tus manos y uñas están bien cuidadas y limpias. Le vas a estrechar la mano a tu entrevistador sí o sí. Olvídate de esmalte de uñas de colores fuertes o con dibujos o filigranas, uñas cortas y en tonos claros (la manicura francesa se acepta).
Ahora sí estás genial y toca concentrarse en la entrevista real. Hablaremos de posibles preguntas y de cómo expresarte próximamente. ¡No te lo pierdas!
Síguenos en Facebook para estar al día de todas las novedades.