En un barrio como Lavapiés donde abundan las comidas de todas las partes del mundo, los restaurantes de comida italiana escasean y en concreto, las pizzerías son rara avis. Así que la pizzería López & López está preparada para surtir a los amantes de las pizzas del barrio de especialidades muy originales de alta calidad, amasadas a mano y con cariño. Y en un sitio personal, coqueto y acogedor, sin más pretensiones que ofrecer una buena pizza a un precio más que razonable. Todo acompaña para que la cena sea un éxito.
¿Y por qué López y no Rossi o Barbieri? Porque “un bar en pleno Lavapiés que le da caña a la pizza de boquerones y a los cócteles de vermú tiene que tener un apellido castizo“. Así lo explica Raquel Flores, la dueña y amasadora de todo el tinglado. Raquel y su pareja (también Raquel pero no López) buscaron por Roma apellidos que les engancharan pero no lo encontraron. Al volver, dieron con la clave. López representa más su establecimiento, que no es italiano de pura cepa pero es trabajado y de calidad, de verdad.
La masa que vamos a encontrar es la clásica romana, una base de larga fermentación llena de matices, presencia y sabor sin ser demasiado fina. Es sana y ligera y no da sed, con lo que es bastante fácil acabarse una pizza entera de 30 centímetros. Todos los ingredientes son o de mercado o importados de Italia, con denominación de origen o de la misma zona como el tomate passata auténtico. Y las combinaciones son apetitosas y arriesgadas como la de calabacín aliñado (mozzarella, passata, calabacín aliñado con ajo, aceite y orégano); la de gambas y bacon; la de jamón serrano y gorgonzola; la de espaldilla asada (por ellas) con cebolla y rúcula; burgalesa con morcilla, próvola ahumada y manzana verde; Bolonia con crema de calabaza, boletus y mortadela con trufa…
Pero hay dos que revelan cierta historia: la de aguachiles, con base de frijol casero, gambas, ajo, cebolla y ají, que recuerda que López & López es de la misma dueña que la contigua La Antigua Taquería y la Madriz, con ajo morado, mozzarella, boquerones en vinagre, patatas chips y tomate en dados. Raquel dejó la abogacía después de 10 años de ejercicio para dedicarse a la hostelería pero es una persona de las que no se pueden estar quietas. Y cuando “la taque”, como la llaman cariñosamente, iba bien y ella estaba en cierto modo establecida con su familia, el local de al lado cerró y se vació. Y ella sintió que era el momento de empezar algo nuevo.
La comida italiana le interesaba mucho y más las pizzas, con lo que tenía claro la especialidad del restaurante. Pero, para decidir sí encargaba la masa a otros o la hacía en el sitio, se apuntó a un curso junto a Jesús Marquina, cinco veces nombrado mejor pizzaiolo del mundo y responsable de Marquinetti y Kilómetros de Pizza. Se enamoró del proceso que lleva la harina en su fermentación, de las posibilidades de preparación y de las técnicas de amasado. En honor y con permiso de su maestro, existe en López & López la pizza de boquerones, que es receta de Marquina.
Para acompañar, un castizo vermú convertido en cócteles originales y suaves, más vinos italianos diferentes. Eso sí, no hay entradas ni postres porque están concentrados en perfeccionar su pericia en pizzas. La decoración es propia, apostando por pequeños profesionales y artesanos, que han construido un sitio diáfano, acogedor y confortable. El salón está dominado por una preciosa mesa de madera de 1920 que hace las veces de recibidor y de barra para servicios y cócteles. A través de una ventanita, se otea la cocina. Y se huele el trabajo del horno. Una delicia con pocos rivales en Lavapiés.
Los datos: López & López. Calle Cabestreros, 4. 910 29 99 26. Horario: todos los días de 20h a 00:30h. Precio medio: 10€-13€. Más información en su Facebook
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