Loreak (2014)

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Un día, Ane (Nagore Aranburu) recibe un ramo de flores en su casa. No sabe quién se las ha enviado. A la semana siguiente, recibe otro ramo, también sin remitente. Y la situación se alarga durante mucho tiempo. Por su parte, Tere (Itziar Aizpuru) y Lourdes (Itziar Ituño) son otras dos mujeres en una situación parecida. Alguien está enviándoles ramos de flores por el recuerdo de una persona que fue muy importante para ellas. Esas rosas harán aflorar sensaciones olvidadas. Pero, al fin y al cabo, las flores sólo son flores. ¿O no?

Calificación: 7,442.

Tráiler de la Película

Ficha

Título Original: Loreak.
Directores: Jon Garaño, Jose Mari Goenaga.
Guionistas: Aitor Arregi, Jon Garaño, Jose Mari Goenaga.
Actores: Itziar Aizpuru, Nagore Aramburu, Josean Bengoetxea, Jox Berasategui, Ane Gabarain, Itziar Ituño, Egoitz Lasa, Gotzon Sanchez, José Ramón Soroiz.
Productor: Xabier Berzosa.
Fotografía: Javier Agirre.
Música: Pascal Gaigne.
Montaje: Raúl López.
Dirección Artística: Mikel Serrano.
Diseño de Vestuario: Saioa Lara.
País: España.
Lugares de Rodaje: Guipúzcoa (España).
Fechas de Rodaje: De 08-04-2013 a 18-05-2013.
Año: 2014.
Duración: 100 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 7 años.
Género: Drama.
Estreno: 31-10-2014.
DVD (Venta):
Distribuidora: A Contracorriente Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 306.
Recaudación: 2.157,92 €.
Visitas: 0.

Crítica

01-11-2014 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA

El perfume de las flores

Para todas las personas que no sean absolutamente materialistas, muchas nociones éticas y estéticas contienen cierto coeficiente -visible o latente- que, a falta de una palabra más exacta, habría que llamar espiritual. Es lo que ofrece “Loreak”: sensible película abordada de manera sutil por los realizadores Jose Mari Goenaga y Jon Garaño. El argumento se centra en una anónima historia de amor, capaz de encandilar al más recalcitrante espectador. Delicado punto de partida, realzado por un bien conjuntado reparto, impulsado tal vez por la idea de que la reciprocidad demuestra que somos amados.

Los personajes del filme representan las perfumadas flores del bien, en contraste con las ponzoñosas flores del mal, sobre todo si tenemos en cuenta las notables calidades poéticas que los acompañan. Una cámara discreta circunscribe y envuelve la vida, la sorprende bajo los más variados ángulos, arropa a los personajes o los abandona. De ahí que el desarrollo de esta agridulce historia de amor produce en el espectador la impresión de participar, tanto en las menudencias del diario discurrir como en lo más íntimo de la existencia humana.

Sin duda, estamos ante una visión del mundo a través de la belleza de esos ramos de flores que de tanto en cuanto aparecen en la película. Es ahí donde se encuentra una limpidez, una sinceridad, una melancolía que alcanza esa zona etérea en la que el mundo pierde su materialidad. Las nociones de honradez, de inocencia, de ternura se nos comunican de forma exquisita. Y, lejos de obtener una visión mortecina de la realidad, sentimos la emoción de la realidad, tan viva y palpitante. De hecho, “Loreak” habla de la dificultad de conocer, de saber quiénes somos y quiénes son los demás, y de cómo se borran en el aire los rostros amados, mientras la memoria edifica palacios de niebla con las ruinas desenterradas del pasado.