Los 10 enemigos de un busto sano y bello

El busto es uno de los aspectos fundamentales del atractivo femenino, y al igual que el resto del cuerpo, requiere de cuidados especiales. Sin embargo, existen ciertos factores que en ocasiones pasamos por alto y que amenazan no sólo su belleza, sino también su salud.
De acuerdo con los expertos de mibusto.com, una página web que asesora de forma confiable y segura sobre los cuidados apropiados para tener unos senos saludables y hermosos, existen diez elementos clave que necesitamos conocer para mantener en forma uno de los principales atributos femeninos:
1. Mala postura: Una postura incorrecta o encorvada hace que la mujer no luzca en plenitud su figura, aún cuando tenga un busto bonito. Es por ello recomendable que siempre se mantenga con la espalda recta y los hombros hacia atrás.
2. Variaciones en el peso: Los cambios constantes de peso hacen que los senos se deterioren y pierdan su forma y volumen inicial. Cuando se adelgaza repentinamente debido a estrictas dietas o se gana peso rápidamente, la piel del busto comienza a dañarse. De manera adicional, la masa muscular se torna flácida y se alteran los ligamentos de suspensión del busto, modificando su forma y haciéndolos lucir caídos, lo que provoca un aspecto menos estético.
3. Ropa inadecuada para actividades deportivas: Si bien ejercitarse es saludable para el cuerpo, no lo es si se practica de manera incorrecta. En este sentido, para el busto es indispensable contar con un brassiere deportivo, debido a que durante la intensa actividad requiere mayor soporte y distribución equitativa del peso. Usar prendas inadecuadas favorece microdesgarramientos en los tejidos más débiles, afectando su estructura, forma y posicionamiento.
4. Levantamiento extremo de pesas: Las pesas son un gran aliado para fortalecer la zona del pecho, sin embargo cuando se trata de practicar fisicoculturismo se reduce la ingesta de grasas, lo cual tiene un impacto directo en el volumen de la masa mamaria ya que ésta disminuye. De manera adicional, aumentan los músculos pectorales alterando la forma de los senos. Esto puede resultar en un busto reducido en tamaño, con forma diferente a la original.
5. Talla incorrecta de brassiere: Utilizar un sostén muy apretado altera la circulación, puede entorpecer el movimiento natural de la persona, ocasionar dolor de espalda y puede deformar el busto por compresión tanto inadecuada como excesiva sobre los tejidos. Por su parte, uno más grande de lo necesario, no da el soporte adecuado al busto, forzando los mecanismos de suspensión y alterando tanto ligamentos como la piel misma, lo que puede provocar que el busto se caiga.
6. Deshidratación: La piel de los senos es delicada y por tanto, requiere una hidratación continua. Para lograrlo se recomienda el uso de cremas hidratantes que ayuden a mantener el equilibrio de agua y lípidos; de preferencia enriquecidas con vitaminas A, C y E, entre otros nutrimentos necesarios para conservar su salud. No debe olvidarse la importancia de beber dos litros de agua al día.
7. Exposición al sol: Asolearse sin la debida protección de bloqueadores solares UVA y UVB permite que los rayos del sol alcancen la piel contribuyendo a la pérdida de elasticidad; además, pueden favorecer el desarrollo de otras afecciones como envejecimiento prematuro e incluso cáncer de piel.
Es necesario recordar que la piel que cubre los senos es sumamente fina y delicada, por ello es indispensable echar mano de estos productos, así como de algunas barreras físicas de protección como ropa y sombrillas.
8. Hábitos incorrectos: Es común que algunas mujeres jóvenes con busto grande y firme, o aquellas que tienen implantes mamarios no utilicen brassiere. ¡Grave error!, ya que los ligamentos que lo sostienen sufren un mayor deterioro al no contar con un apoyo adicional que contribuya a su sostén. Para descansar por las noches, quienes tienen senos grandes deben dormir con brassiere, pues de no hacerlo favorecen a largo plazo la caída del busto.
9. Lactancia: La producción de leche materna durante la lactancia ocasiona un aumento en el volumen del seno. Al terminar este periodo de lactancia, el tamaño del busto disminuye y se puede presentar flacidez mamaria, es decir, el descenso o caída del seno, el cual varía de persona a persona. Durante el embarazo y la lactancia es primordial incrementar los cuidados del busto con hidratación y lubricación de la piel constantemente, así como con el uso de brassieres apropiados que contribuyan a la suspensión adecuada del busto.
10. Envejecimiento: El avance de los años y la fuerza de gravedad inevitablemente causan estragos en la elasticidad, consistencia y tonicidad de los tejidos del busto. Para prevenir los efectos del paso del tiempo en los senos se deben tomar en cuenta los nueve puntos anteriores y así evitar el deterioro prematuro.
Sin importar la etapa de la vida en que se encuentre cada mujer, ésta debe sentirse plena y segura de sí misma con su busto, proyectando una imagen de confianza ante los demás. El Dr. Fernando Magallanes, Cirujano Plástico*, comenta que es posible modificar la forma, tamaño y simetría del busto mediante una cirugía para lograr el aspecto deseado.
De igual forma menciona la importancia de recurrir con un especialista certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (CMCPER) y que pertenezca a la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (AMCPER). Dentro de mibusto.com se encuentra una lista de médicos en la República Mexicana, con estas características a fin de evitar riesgos innecesarios a la salud.
Ahora sí, ¡ya no hay nada que se interponga entre un busto hermoso y tú!
*El Dr. Fernando Magallanes está certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (CMCPER) y miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (AMCPER).
Para saber más: www.mibusto.com
Fuente:
- Dr. Fernando Magallanes, Cirujano Plástico certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (CMCPER) y miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (AMCPER).