Madrid vive una fiebre de helados deliciosos e instagrameables. Ya no es solo en sabores, es una locura de preparaciones, de mezclas y de formas. Hemos elegido los 10 helados más originales de Madrid. Y para que los probéis todos, hemos hecho esta preciosa lista para que tengáis tentaciones de probarlos. No os los perdáis.
Y si quieres más detalles, aquí los tienes en lista con más opciones y posibilidades:
- Taiyakis. Los conos con forma de pez y rellenos de delicioso helado soft se llaman taiyakis y provienen de Japón. Su sabor es parecido a un gofre y los sabores van variando, así como los toppings, que pueden ir desde los clásicos hasta ositos, nubes de azúcar o incluso cereales de colores. Los hemos probado en La Pecera en Malasaña, pero ahora tienen otro mundo submarino y delicioso en la calle Goya, 56.
- Waffle helado. Esta otra locura es un híbrido entre crepe y gofre, aireado y burbujeante. Y dentro, helados y toppings dulces. Otro invento heladero asiático que tienes que probar. Nosotros los hemos comido y nos hemos enamorado en Embolao pero también puedes tomarlos en Madwaffle, por ejemplo.
- Sandwich helado. Esto sí que es un capricho de la infancia y lo demás es tontería. Dos galletas gigantes con helado dentro. O helado en un donus abierto por la mitad, que ya es como para caerse de espaldas. Los puedes comer en Creamies, una heladería bien chula de Malasaña.
- Enrolados. Helados enrollados. En lugar de la tradicional bola, se monta el helado líquido en una plancha a -30 grados, se mezclan los ingredientes necesarios y se enrollan, hasta que queda un rollito divino y bien frío. Este invento de los mercados callejeros de Phuket se puede comer en Rolado Ice Cream. Calle Princesa, 40.
- Polos locos. Lo dicen todos, es como entrar en la fábrica de dulces de Willy Wonka. Rocambolesc es una experiencia sensorial en sí misma, con la inspiración del genio Jordi Roca a los mandos. Y así, puedes comerte una nariz, un oso, una mano, un Darth Vader y mil formas más. Sorbetes enloquecidos y sanos en Rocambolesc.
- Locurón en Malvy Shakes. En esta pastelería y heladería, todo es superlativo. Por eso, los helados llevan nubes de azúcar, chuches, barquillos y colores pero con mucha calidad. Malvy Shakes está en la calle San Onofre.
- Helados de granja. O de vacas felices. O besos helados. La calidad de la materia prima de Bico de Xeado se merece un puesto entre los originales porque su origen y sabores están increíblemente cuidados.
- Polos artesanales. Esos polos que tu madre te dejaría comer porque están hechos de pura fruta y no son puro hielo. Los puedes comer en Nordikos Gourmet Pops, Lolo Polos o Tulup con inspiración mexicana.
- Brioche helado. Puestos a envolver el helado, podemos cambiar el cucurucho por otras preparaciones como el bollo tipo suizo que preparan en Zuccaru, la heladería siciliana con productos artesanales. Brioche, cannolis y más.
- Cookie dough. Parece un helado pero no lo es. La sorpresa del final del post es un lugar donde venden masa de galleta sin hornear en una tarrina. Especial para los días más frescos o para cambiar de especialidad. Dough está en la calle General Pardiñas, 23.