Revista Música

Los 10 Mejores Discos de Metal Extremo de 1984

Publicado el 07 diciembre 2025 por Atanatosweb

Si 1983 fue la incubación, 1984 fue la detonación. Este año marcó el punto de inflexión donde el thrash metal se definió, el death metal comenzó a tomar forma y el black metal encontró a sus primeros apóstoles en Europa. Como fan y analista del género, creo firmemente que la producción discográfica de este año es la base sobre la que se construyó toda la brutalidad subsiguiente.

La velocidad se hizo más vertiginosa, los riffs se volvieron más complejos y la oscuridad lírica se profundizó. Fue la era de las producciones crudas, a menudo imperfectas, que solo añadían más autenticidad y ferocidad a la música.

Aquí están, en nuestra opinión, los 10 álbumes y EPs fundamentales que definieron el metal extremo de 1984.

Slayer – «Haunting the Chapel» (EP)

Los 10 Mejores Discos de Metal Extremo de 1984

  • Sonido y Producción: Apenas un año después de su debut, Slayer lanzó este EP de tres canciones (más una intro) que, francamente, redefinió la brutalidad. La producción es ligeramente mejor que en «Show No Mercy», pero conserva esa agresividad cruda. Es en temas como «Chemical Warfare» donde la banda encuentra su fórmula: riffs ultrarrápidos, cambios de tempo abruptos y un enfoque mucho más malévolo. Este EP sentó las bases para la velocidad que definiría al thrash/death metal.
  • Crítica del Momento: Fue un shock para el sistema. Yo lo veo como un claro indicador de que Slayer iba a la cabeza de la carrera por la velocidad. Fue aclamado en el underground como la cosa más rápida y furiosa que existía, consolidando a la banda como pioneros absolutos del sonido extremo.

Mercyful Fate – «Don’t Break the Oath»

Los 10 Mejores Discos de Metal Extremo de 1984

  • Sonido y Producción: El segundo álbum de los daneses es, para mí, una obra maestra de la producción oscura. Es más nítido y potente que «Melissa», dándole un peso épico a sus composiciones. Las guitarras gemelas crean una atmósfera densa y maligna, y la voz de King Diamond, oscilando entre el falsete operístico y el susurro demoníaco, nunca había sonado tan teatral y malvada. No es thrash, sino la columna vertebral del black metal melódico.
  • Crítica del Momento: En la época, fue elogiado por su complejidad musical y su imaginería satánica sin complejos. Fue visto como un disco que elevaba el metal a un nivel artístico más alto y oscuro. Se convirtió instantáneamente en una influencia clave para todo el que buscaba una mezcla de NWOBHM, progresivo y la más pura oscuridad.

Exodus – «Bonded by Blood»

Los 10 Mejores Discos de Metal Extremo de 1984

  • Sonido y Producción: Aunque su lanzamiento se retrasó hasta 1985 en algunas regiones, fue grabado y finalizado en 1984. Es el epítome del thrash metal de la Bahía de San Francisco. La producción es poderosa y afilada, aunque mantiene una aspereza necesaria. El sonido es un asalto de riffs incesantes y el trabajo de guitarra de Gary Holt y Rick Hunolt es implacable. La energía es palpable; es una máquina de matar sónica.
  • Crítica del Momento: Para aquellos que lo escucharon en el circuito underground de tapes en 1984, fue un golpe de aire fresco. Se le consideró tan vital y agresivo como Metallica, pero con una dosis extra de malicia. Fue fundamental para establecer la Bay Area como el centro mundial del thrash.

Hellhammer – «Satanic Rites» (Demo)

  • Sonido y Producción: Este artefacto sonoro de septiembre de 1983/principios de 1984 es crucial. Aunque es una demo, su impacto resonó en 1984. La producción es deliberadamente lo-fi y fangosa, casi inaudible a veces. Es la antítesis del profesionalismo, y por eso funciona. El sonido es primitivo, caótico y brutal, marcando las pautas del black metal suizo. El riffing pesado y lento, combinado con el gruñido gutural de Tom G. Warrior, fue radical.
  • Crítica del Momento: Fue vilipendiado por la crítica «seria» del metal por su falta de pulcritud, pero en el underground se convirtió en una leyenda instantánea. Fue el sonido que los tape-traders querían: sucio, peligroso y puramente satánico. Fue el precursor directo de Celtic Frost.

Bathory – «Bathory»

Los 10 Mejores Discos de Metal Extremo de 1984

  • Sonido y Producción: El debut de Quorthon es un monumento a la cruda ambición. Grabado con una producción minimalista y casi nula, el sonido es una neblina abrasiva de reverb cavernoso y riffs de motosierra. Su debut fue una reafirmación del sonido sucio de Venom, llevado a un extremo aún más oscuro y primitivo. Es, sin lugar a dudas, la piedra fundacional del Black Metal escandinavo.
  • Crítica del Momento: El álbum fue recibido con fascinación y horror. Su deliberada mala calidad de sonido y su simbolismo satánico (que yo creo que era puro shock value) lo hicieron icónico. En el underground, se entendió inmediatamente que esto no era solo música, sino una declaración ideológica y sonora.

Celtic Frost – «Morbid Tales» (EP)

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  • Sonido y Producción: Lanzado a finales de 1984, este EP marca el nacimiento de Celtic Frost a partir de las cenizas de Hellhammer. La producción es mejor que sus demos, pero aún conserva un sonido crudo. Aquí encontramos la mezcla innovadora: riffs de thrash acelerados intercalados con secciones lentas, pesadas y atmosféricas que presagian el doom/death. Los riffs son inusuales y disonantes; este no era un álbum de happy metal.
  • Crítica del Momento: Yo lo consideré una progresión artística brillante. Fue un éxito de culto instantáneo, apreciado por su originalidad y su enfoque más oscuro y artístico. Fue el álbum que demostró que el metal extremo podía ser complejo, no solo rápido.

Destruction – «Sentence of Death» (EP)

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  • Sonido y Producción: Este EP es uno de los cimientos del thrash alemán («Teutonic Thrash»). La producción es cruda, urgente y potente, enfocándose en la velocidad pura. El sonido de guitarra es notablemente punzante, y el growl de Marcel «Schmier» Schirmer ya muestra influencias que más tarde se vincularían al death metal. Es una explosión de velocidad desenfrenada.
  • Crítica del Momento: Junto con Kreator y Sodom, Destruction fue aclamado como el motor de la escena alemana, ofreciendo una alternativa más rápida y agresiva al thrash de la Bahía. Fue un lanzamiento vital en el underground europeo.

Possessed – «Death Metal» (Demo)

Los 10 Mejores Discos de Metal Extremo de 1984

  • Sonido y Producción: Aunque es un demo, es uno de los lanzamientos más influyentes de 1984. Su nombre se convirtió, de hecho, en el nombre del género. La producción es áspera, pero permite escuchar claramente la brutalidad. Jeff Becerra utiliza un estilo vocal gutural que es un claro precursor del growl del death metal. La velocidad de los riffs y el blast-beat primitivo son revolucionarios para la época.
  • Crítica del Momento: Circulando ampliamente en el circuito de tapes, este demo fue visto como el siguiente nivel de agresión después de Slayer. Fue inmediatamente reconocido como el origen del género, y sus canciones se convirtieron en himnos underground.

Dark Angel – «We Have Arrived»

Los 10 Mejores Discos de Metal Extremo de 1984

  • Sonido y Producción: El debut de Dark Angel es una pieza esencial del thrash de Los Ángeles. La producción es típica de la época: áspera, pero con suficiente pegada para transmitir su velocidad. La banda se hizo notar por sus estructuras de canciones complejas y riffs implacables. Su enfoque en la velocidad y la duración de sus temas les valió el apodo de «Death Metal» en sus inicios.
  • Crítica del Momento: Fue bien recibido en la comunidad thrash como una banda que empujaba los límites de la técnica y la velocidad. Fue un contendiente sólido en la explosión de thrash de 1984, un debut que auguraba una carrera centrada en la complejidad y la brutalidad.

Sodom – «In the Sign of Evil» (EP)

Los 10 Mejores Discos de Metal Extremo de 1984

  • Sonido y Producción: Este EP es otro pilar del thrash alemán y una de las influencias más directas del black metal. La producción es notoriamente amateur y caótica, lo que de nuevo, suma a su atractivo extremo. El sonido es desordenado, pero la intención es clara: velocidad, riffs simples y repetitivos, y una atmósfera completamente diabólica. Es Venom llevado a un extremo más desorganizado y frenético.
  • Crítica del Momento: Al igual que Hellhammer, fue despreciado por los puristas pero venerado por el underground. Su sonido sucio y sus letras satánicas lo convirtieron en un favorito instantáneo para aquellos que buscaban lo más oscuro y crudo que el metal podía ofrecer en 1984. Es un documento crucial de cómo el thrash mutó en black metal.

Para mí, 1984 fue el año en que el metal extremo dejó de ser una rareza para convertirse en una fuerza. La calidad de producción a menudo deficiente de estos lanzamientos no solo no los detuvo, sino que los definió, otorgándoles una honestidad y una rabia que, creo, se perdieron un poco cuando las bandas firmaron con sellos más grandes y obtuvieron presupuestos inflados. Estos son los cimientos de nuestra música, y su impacto es incalculable.


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