Hola a todos. Como ya he publicado varias entradas sobre cómo realizar tu propio jabón a partir de aceite, que bien puede ser aceite reciclado para hacer un jabón muy económico y versátil que te servirá para la limpieza del hogar y de tu ropa (puedes ver cómo se hace pinchando aquí), o bien para el uso personal con diferentes aceites (por ejemplo, el jabón casero para piel sensible), he creado esta entrada para resolver las preguntas y errores más frecuentes a la hora de hacer jabón casero de aceite. Vamos con los 10 tips:
- Medidas de seguridad: son muy sencillas pero fundamentales. Ponernos guantes de goma, mascarilla (la podéis encontrar en cualquier tienda de todo a cien o de pinturas o gran superficie. Son muy baratas, nos os preocupéis. Yo la mía la compré en un todo a cien, me costó menos de un euro, y como solo la uso para hacer jabón la tengo hace un montón de tiempo y está perfecta.). También son recomendables unas gafas de seguridad, aunque si usas gafas de ver puedes saltarte este paso. Además, siempre trabajaremos con utensilios de madera, plástico duro o cristal resistentes al calor. Y como última recomendación, siempre haz la mezcla de agua y sosa en un lugar bien ventilado. Si tienes la posibilidad de hacerlo al aire libre porque tienes terraza o patio, mucho mejor.
- Aceites más frecuentes: aunque una vez que te inicies en la fabricación de tu propio jabón, descubrirás que puedes utilizar miles de aceites diferentes, hay dos que siempre tendrían que estar presentes en tu despensa para hacer jabones; hablo del aceite de oliva virgen (reciclado, si es para limpieza del hogar, y sin usar si es para uso personal) y del aceite de coco. Ambos proporcionan dureza al jabón y múltiples propiedades. El de oliva es muy hidratante, nutritivo y además por su alto contenido en vitamina E, hace que tus jabones se conserven de maravilla. Además es excelente para hacer maceraciones en él. El de coco, siempre en menor proporción, aporta un extra de limpieza y además hace que tu jabón tenga esa espuma abundante que tanto nos gusta en el jabón.
- Calculadora de saponificación: una vez que aprendas a hacer jabón querrás innovar e ir añadiendo diferentes aceites. Cuando esto ocurra, necesitarás una calculadora de saponificación (a no ser que leas una receta en la que ya esté calculada la cantidad de aceite y sosa). Cada aceite necesita su propia cantidad de sosa para saponificar, es decir, que no necesita la misma cantidad de sosa el aceite de coco, por ejemplo, que el de oliva, pues su índice de saponificación es diferente. Por eso necesitamos o bien utilizar una calculadora de saponificación (yo uso siempre la de mendrulandia, te dejo el enlace aquí) o bien seguir al pie de la letra las recetas, siendo extremadamente cuidadoso con las cantidades en gramos que se indican. Si consultas mi perfil, podrás ver diferentes recetas que he desarrollado con la calculadora de saponificación, así que si las sigues al pie de la letra no tendrás ningún problema.
- Mide bien las cantidades: es fundamental ser muy cuidadosos con esto. Las cantidades siempre aparecen en gramos, pesadas en una báscula (mejor si es digital). Ten en cuenta que no es lo mismo un litro de aceite que 100o gramos de aceite, por eso insisto tanto en este proceso. No medir bien las cantidades nos puede llevar a que el resultado sea un jabón demasiado blando, o a un exceso de aceite o lo que es peor, a un exceso de sosa que perjudique nuestra piel.
- Respeta el tiempo de saponificación: una vez desmoldado nuestro jabón, siempre tendremos que esperar un mínimo de cuatro semanas antes de poder utilizarlo. El motivo es tan sencillo como que en este tiempo de espera, el jabón termina su proceso de curado, y nos garantiza que no habrá sosa sin saponificar en él. Este mes además proporcionará a nuestro jabón la dureza necesaria para que luego nos dure más tiempo al utilizarlo. Si es un jabón para uso personal, yo te recomiendo un tiempo de curado de seis semanas. Y debes tener en cuenta que si dos meses, el jabón tendrá aún mayor calidad. El famosísimo jabón de Alepo, por ejemplo, famoso por sus grandes propiedades únicas para nuestra piel, es fabricado de forma artesanal con aceite de oliva de gran calidad y laurel, y curado durante nueve meses. De ahí que el auténtico jabón de Alepo sea bastante caro (si lo encuentras económico, probablemente sea una imitación y no el auténtico). En próximas recetas intentaremos hacer una versión de este famoso jabón.
- No añadas colorantes artificiales y aromas sintéticos en los jabones que están destinados al cuidado facial. La piel de nuestra cara es extremadamente sensible. Y cuando fabricamos un jabón para el cuidado facial, es preferible no colorearlo o añadirle aromas sintéticos, y dejarlos para cuando hagamos jabones corporales. Aunque normalmente estos aromas están diseñados para su uso cosmético y son perfectamente compatibles con nuestra piel (si los compramos en sitios con garantías, por supuesto), a la hora de hacer jabones faciales, mejor tirar hacia lo natural. Nuestro cutis nos lo agradecerá. Este consejo es aplicable para el jabón corporal si hablamos de piel con problemas concretos, como puede ser la dermatitis atópica o eccemas. En estos casos concretos, y siempre que tu piel tenga algún tipo de problema, mejor evitar los aromas sintéticos y los colorantes artificiales. Siempre podrás aromatizarlo con aceites esenciales adecuados al problema a tratar, e incluso añadirles color con arcillas, cúrcuma, etc., dependiendo de lo que tu piel necesite.
- Practica el macerado: el macerar nuestros aceites con plantas es una idea excelente. Hay que tener paciencia, eso sí, pero añaden olor, y magníficas propiedades a nuestros jabones. Desde piel de limón o naranja, flores de lavanda, romero, pétalos de rosas, laurel… Las opciones son infinitas. Tan solo debes usar un tarro de cristal, introducir lo que quieres macerar y cubrirlo bien con aceite de oliva o también sirve muy bien para el macerado el aceite de almendras dulces. Pon tu tarro en un lugar alejado de la luz solar y espera un mínimo de una semana, aunque lo recomendable suele ser un mes. Luego cuela la mezcla y ya tienes tu macerado. Es recomendable agitarlo de vez en cuando para que se obtengan todas las propiedades. Las maceraciones pueden hacerse con plantas frescas o secas, aunque siempre con secas tendrá una mejor conservación y una mayor garantía de que el producto final estará perfecto.
- Juega con los ingredientes. Aquí te dejé una lista con mis 10 ingredientes favoritos a la hora de hacer jabón casero, pero las posibilidades son infinitas. A día de hoy he hecho tantos jabones, que he probado prácticamente de todo, hasta añadir frutas frescas. Te recomiendo que comiences con productos de los que estés seguro de su eficacia y del resultado antes de innovar con otros más complicados o de dudoso resultado. Por ejemplo, en mi último jabón añadí un par de fresas trituradas. El resultado fue fantástico pero tuve que mirar mucho la dureza del jabón para que fuese más alta de lo normal, ya que las fresas en puré lo reblandecen mucho.Hay que ser cuidadoso con las cantidades y saber muy bien qué propiedades van a aportar a nuestro jabón y si son indicadas para nuestro tipo de piel, pero a parte de eso, una vez tengas práctica, podrás obtener jabones increíbles y además, únicos.
- Ten cuidado con acelerar la traza. La traza es cuando después de mezclar los aceites con la mezcla de sosa con agua, y batirlo durante un rato, el producto resultante adquiere la consistencia de unas natillas o mayonesa. El problema es que puede acelerarse, y volverse demasiado espesa en cuestión de segundos, por lo que siempre es mejor tener los moldes preparados. Esto ocurre sobre todo cuando añadimos aromas artificiales, arcillas, y otros productos. Si ves que empieza a espesar demasiado, ponla en el molde lo antes posible. Realmente no pasa nada porque esto suceda, me refiero en cuanto a la calidad del jabón posterior, simplemente te resultará más difícil de poner en el molde y luego el aspecto del jabón no será tan liso y tendrá un aspecto más “rugoso”. Irás aprendiendo con la práctica, no te preocupes. Pero simplemente decirte que el momento ideal para poner en el molde es cuando tenga el aspecto de una crema, unas natillas o una mayonesa espesa pero manejable.
- Nunca añadas los aceites esenciales o los aromas antes de tener la traza. Los aceites esenciales y los aromas, siempre son lo último que se añade, justo antes de poner en el molde y una vez ya alcanzada la traza (es decir, consistencia de natillas o mayonesa). Y mejor no usar la batidora de mano una vez añadido, pues son muy volátiles. Además, así la mezcla no estará tan caliente, lo cual puede dañar tus aceites esenciales. Por lo tanto, siempre al final y con el jabón ya listo para poner en los moldes.
Estos son los 10 tips que considero más básicos a la hora de hacer tu jabón casero de aceite. Espero que te sirvan, y por favor, si te ha gustado, no dejes de compartir en tus redes sociales. Además, puedes encontrar más recetas y otros artículos en mi perfil.