Revista Opinión

Los 100 días del gobierno de El Pelele

Publicado el 05 enero 2013 por Rgalmazan @RGAlmazan

Cómo pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando dimitió la lideresa. Ahora se cumplen cien días del gobierno de Ignacio González. Cien días que han desembocado en la mayor crisis social de esta Comunidad en toda su existencia.

Espe Aguirre, ahora lo empezamos a saber, dimitió para no quemarse. Sin embargo, a pesar de que dijo que la bicefalia en un partido no era buena, ha seguido siendo presidenta del PP en Madrid, y desde allí, ha seguido mandando en la Comunidad. Es más, yo diría que también manda en el Ayuntamiento. Ambas instituciones presididas por suplentes, mientras la titular y lideresa verdadera se mantiene en la sombra.

Hoy quien da la cara es Ignacio González, pero detrás queda la condesa consorte, que es quien está ordenando las medidas que están provocando la mayor conflictividad que Madrid ha conocido.

Aguirre y González

Ahora sabemos por qué se fue Espe Aguirre. Ella ha quedad a salvo, mientras Ignacio González, alias El Pelele, tiene que lidiar con todos los frentes. Está claro que los dos líderes oficiales, Ana Botella y el susodicho están amortizados; el PP de Génova no los quiere ni en pintura. La lideresa ha vuelto a jugar sus cartas políticas con inteligencia para sus propios fines: salvarse de la quema y dejar que se quemen los demás, mientras ella desde la trastienda dirige el fuego y mueve los hilos.

Han sido cien días en los que se han acometido tropelías muy graves, la mayor la privatización de la Sanidad Pública. Y hoy se encuentran en lucha varias columnas que soportan a la Comunidad y el Ayuntamiento: Los profesionales de la Sanidad, los trabajadores de Telemadrid y los del Metro y otros transportes públicos.

Total un récord difícilmente superable. Sin televisión, con transporte público en mínimos y con la Sanidad enfrentada, la Aguirre ha conseguido quedar al margen, oficialmente, mientras que su pelele está achicharrándose a marchas forzadas.

Han bastado cien días para demostrar quién es González. Un tipo obediente capaz de morir por su jefa y convertirse en mártir pepero madrileño para salvaguardar a su señora ama. Una especie de Pepe Botella con su Napoleón Aguirre detrás.

Porque la lideresa está agazapada pero no parada. Está buscando las vueltas para poder competir con el propio Rajoy, y no sé si lo conseguirá, pero de no poder hacerlo, siempre le quedará Madrid, puesto que Ana Botella está desechada por Génova y ella tiene suficiente fuerza en el PP madrileño para imponerse como candidata a la alcaldía. Pero repito, su ambición es el sillón mayor de Génova, otra cosa es que lo consiga, ya que su enfrentamiento constante con el PP nacional le ha costado muchos enemigos fuera de Madrid.

En fin, aquí ha quedado González, un mandao que se está chupando los marrones y que está haciendo un gran servicio a su dueña y un estropicio a los madrileños. Pero él, es una persona agradecida y si es preciso sabe, como lo  está demostrando, ser alfombra por donde pise su presi con ese garbo que le caracteriza. Y mientras tanto, a chupar del bote de los madrileños al mismo tiempo que los machaca.

Salud y República


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