Los 3 cánceres potenciales de una organización

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Hay múltiples formas de analizar una Organización. Y cada especialidad tiene la suya, unos los números, otros las relaciones, los beneficios, el clima laboral, el Feng shui, y largo etc.

Yo para saber si las cosas están bien o mal, suelo fijarme en tres aspectos. Que se dan en todas las empresas, solo que en grado y consentimiento diferente. Te digo:

1. Personas sin Objetivos. Quien no tiene claros los objetivos que debe alcanzar, puede tomar varios caminos, todos malos. Los más honrados, trabajan por tareas, y se convierten en “mandaos”. Los menos honrados, usan la Organización para alcanzar SUS objetivos personales. Y los más críticos aplican la frase de mi amigo Emiliano: “Quien no tiene Objetivos, tiene Objeciones”.

2. Personas que viven a costa de otro. Desde el jefe o el compañero que se apropian de los méritos de terceros, logrando que este se inhiba y manifieste el rencor propio del que se siente manipulado o explotado, a los colectivos que no aportan nada, que, curiosamente, suelen ser los que más piden y más consiguen. Cuando una persona no aporta, se convierte en parásito. Y parásito insaciable. Y es que cuando recibes 1 y aportas 0, te da que 1/0 = infinito, es decir, todo te parece poco, pues cuanto más recibes, más disimulas lo poco que ofreces. Una Organización que consiente parásitos individuales o colectivos, sufre, inevitablemente, infecciones en su circulación sanguínea.

3. Recompensar al malo, castigar al bueno. La sociedad española inmersa en un buenismo artificial, ha logrado implantar como norma premiar al que menos hace, y machacar al que ofrece. Somos una sociedad que entiende debe proteger a los menos dotados, lo cual está muy bien, pero a la que no le importa que sus mejores talentos deban emigrar al extranjero, olvidando que son estos los que deben generar los recursos para que vivan aquellos. Y esta mentalidad se ha trasladado a las empresas. Los resultados son obvios: el que no hace consume los recursos disponibles, el que aporta, se inhibe. Pues sabe que cuanto más realiza, más se le va a pedir y menos recompensar.

Fíjate en esos tres elementos. Se dan en todas las casas. Vamos, de hecho, se dan hasta en casa. Pero si se dejan crecer, si a nadie importa, o lo que es peor, si para sobrevivir lo consigues mejor si eres uno de los parásitos, procura tener próxima la jubilación, o vete buscando otra fuente de ingresos. Porque el cáncer, devora cualquier organismo, no importa lo poderoso que aparente ser.