Los 3 pecados capitales del emprendedor

Por: Viridiana Mendoza Escamilla

CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — En México hay suficientes inversionistas y proyectos emprendedores para poner en marcha muchas nuevas empresas, pero también existen errores que impiden que la ecuación para conseguir recursos se realice con éxito.

Jorge Zavala, director general de la aceleradora de proyectos tecnológicos TechBA en Sillicon Valley , señalaba en un evento convocado por Google a principios de mes que hay mucho dinero disponible para proyectos emprendedores pero no está invertido de manera correcta.

“Lo que falta es saber aprovechar oportunidades, estamos en un punto en que el emprendimiento ha generado mucho interés”.

El experto afirma que es necesario que haya cultura de asesoría, pues los emprendedores suelen cerrarse a la idea de pedir consejo a personas más experimentadas.

Otro motivo para que los recursos no lleguen a las empresas es que no está dado del todo un ecosistema donde haya una comunicación eficiente entre empresarios, inversionistas y asesores, según explica Santiago Zavala, quien está al frente de uno de los fondos de capital semilla para emprendimiento tecnológico (Mexican VC).

“En inglés se dice que los principales inversionistas de los emprendedores son el grupo ‘FFF’ es decir: Family, Friends and Fools (familia, amigos y tontos, en inglés) , pero es momento de cambiar esa mentalidad.”.

Quizá la desventaja más grande es que si no hay disposición para trabajar en equipo es muy fácil que se dé un divorcio entre los intereses del inversionista y del emprendedor, considera Luis  Antonio Márquez, director general de  la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap).

Así los errores -y obstáculos más fuertes a vencer- en el proceso de convencer a un inversionista de un fondo de que tu idea puede ser un gran negocio son:

1) Falta de humildad: De acuerdo con Jorge Zavala, un inversionista es una persona que ha reunido recursos mediante ahorro o negocios exitosos, que busca un proyecto que lo seduzca, y no así, un emprendedor soberbio que cuente con una idea genial pero crea que su manera de pensar es ‘la panacea del emprendimiento’. Cuida tu actitud.

2) Ausencia de un modelo de negocio: No se trata de detallar cómo vas a colocar cada producto en un punto de venta, pero sí debes tener una idea clara de los objetivos de tu empresa y una ruta estructurada (aunque sea en un nivel básico) para lograrlos. Luis  Antonio Márquez aconseja que te pongas en el lugar del inversionista ¿pondrías tu dinero en un proyecto que no cuenta con una estrategia?.

3) Miedo incontrolable: Si bien es difícil presentar resultados, si llevas sólo tu idea para evaluación es seguro que tendrás que tocar más de una puerta antes de conseguir fondeo. Santiago Zavala explica que un proyecto que cuenta con un prototipo y estudios del mercado al que está dirigido tiene muchas más posibilidades de conseguir recursos.

“No estamos acostumbrados a tomar riesgos y al emprendedor le toca vencer sus miedos, encontrar al equipo ideal, salir a eventos, compartir su idea, generar prototipos y probarlos, el mercado cada vez se llena más de retos y requerimientos y si dejas que el miedo te venza estarás perdido.