- No abras correos electrónicos sospechosos de direcciones desconocidas. Si no sabes por qué un mensaje con un tema en particular ha acabado en tu buzón de entrada, seguramente no lo necesites.
- Si por motivos de trabajo tienes que tratar con desconocidos, comprueba minuciosamente la dirección del remitente y el nombre del archivo adjunto. Si algo te resulta extraño, no lo abras.
- No permitas que se ejecuten macros en documentos que lleguen por correo electrónico, a no ser que sea inevitable.
- Ten cuidado con los enlaces que aparecen en los archivos. Si no explican por qué tienes que acceder al enlace, ignóralo. Si lo ves necesario, introduce manualmente la dirección del sitio web en tu navegador.
- Utiliza una solución de seguridad de confianza que te alerte de los archivos peligrosos y los bloquee y que te advierta cuando intentes abrir un sitio sospechoso.
Por Kaspersky. Bring on the Future.