Es una tristeza lo que ocurre con esta película. En serio lo es. No me causa enojo, o furia como varios han expresado, más bien lástima por todas la personas involucradas en el proyecto. Se tenía un muy buen elenco (aún con la controversia de Antorcha Humana); también un joven director Josh Trank que llamó la atención de varios con su bien vista ‘Chronicle’, y sobre todo había un presupuesto por parte de FOX porque necesitaban otro producto además de los X-Men.
Teniendo tantas producciones de superhéroes, es evidente la clara necesidad de distinguirse del resto, además de una pasada experiencia que con todo y errores produjo una secuela. Es solo que el enfoque de esta película resulta catastrófico. Si la palabra resulta exagerada, permítame explicarles porque.
Hace unos años cuando Marvel retoñaba, existió una película de Hulk que fue dirigida por un extremadamente sensible director Ang Lee. En ella dedicó la mayor parte de su tiempo a desarrollar el personaje de Bruce Banner a niveles psicológicos extremos. Lógico que los fanboys y público en general que llenan los cines, esperaban más ¡Hulk Smash!, que Hulk el sensible. Al dedicarle más de 2/3 partes temas familiares y una última parte con destrucción de dunas de arena, la película se volvió un ejemplo de lo que no se debe de hacer. Es por eso que tenemos por cada 5-10 minutos de diálogos , para seguir con otra misma cantidad de acción.
Pues, ahora con 4 Fantásticos, no entiendo que es lo que trataron de hacer al dedicar tanto tiempo a los personajes cuando el género del cómic no lo demanda. Primero es la acción , la aventura, el suspenso y sobre todo los eventos heroicos y no tanto el desarrollo escolar, familiar o de plano ecológico. Con esto no quiero decir que no sea necesario, y ustedes saben como me he quejado en otras producciones cuando no ponen atención a desarrollar a los personajes, pero hay límites y además formas económicas para lograrlo.
Se vuelve desesperante como promesas de actores se encuentran conversando en escenas de oficina con el único propósito de sonreír y hablar de una máquina teletransportadora que si esto se tratara de un infocomercial, ya la hubiera comprado. Es un desperdicio tremendo de tiempo que se podría haber utilizado en aventuras más allá de la búsqueda de un planeta en otra dimensión, o al menos dedicarnos a explicarnos las motivaciones de Victor von Doom (Toby Kebbell).
Pero la ambición del libreto se limita a desarrollar las personalidades de los 4 Fantásticos, y hasta en eso falla. Tanto tiempo dedicado a tensión romántica entre Reed Richards (Miles Teller) y Sue Storm (Kate Mara) para no ir a ninguna parte. Luego entra Victor en un triángulo amoroso que no enciende lo suficiente ni para calentar un malvavisco. Ni que se diga de la trágica transformación de Ben Grimm (Jamie Bell) , quien se desaparece a la mitad de la película, para regresar en pequeñas dosis y mostrar cara de emo digital. Tampoco se me puede olvidar un Johnny Storm (Michael B. Jordan) tan apagado que hasta se extraña la versión de Chris Evans.
El libreto no conforme con desesperarnos a que algo suceda, resulta ser un auténtico relleno por no llegar a nuestro destino. No es hasta la mitad de la película, después de tanta palabrería de innumerables descubrimientos en planeta ‘basurero’, que por fin nuestros protagonistas sufren su dichosa transformación. Uno esperaría un incremento en adrenalina, o por lo menos algo que no sea otro misero bunker militar, pero no es así, regresamos a puras escenas de drama y un poco de aire libre con locaciones en Centroamérica.
Esta cinta es deprimente, además de causar claustrofobia con tan limitadas locaciones su tono es sobrio, opaco, desalentador. El diseño de producción no ofrece un detalle del cual maravillarse, y hasta los efectos visuales carecen de imaginación. Y por más que quiera defender a la promesa que es el director Josh Trank, mucha de la culpa es suya. Es evidente que no pudo con el trabajo.
Al igual que Joss Whedon con Vengadores 2, ahora Trank se queja de interferencia por parte de la casa productora a la hora de editar su obra. Mientras que al primero logró justificar que tenía un acierto en sus manos, el cual fue arruinado por la falta de tiempo, aquí con 4 Fantásticos veo unos ejecutivos desesperados por inyectarle algo de sabor a un pozole desabrido. No encuentro forma de como hubiera podido salvar este proyecto, porque sus errores están desde su concepción.