Drive, de conducir, sí. Pero no esa en la que Stallone hace lo que puede con un coche de carreras. Eso es lo bueno, he visto esta película cuatro veces y sigo sin saber qué es. Cuando una película es genial, primero te sorprende, y luego te desconcierta. Eso es Drive. Nada es lo que parece, todo parece llevarte a un lugar y llegas a otro completamente diferente. ¿No deseas eso cada mañana de camino al trabajo?
Si no te parece suficiente razón, aquí tienes los 4 temas que te engancharán a Drive.
1.DRIVE EN L.A.
Los Ángeles es un laberinto de miedo y muerte, perdición y condena, y estás a punto de entrar en el Chevy Malibu de Ryan Gosling, el “chico”. “Hay cien mil calles en esta ciudad, no necesito ruta”. No se puede ser más chulo ni siendo de Bilbao. Que en Bilbao hay siete calles, pero aquí son cien mil. “Ah, y otra cosa, no me vuelvas a llamar a este teléfono.” No habla con su novia, pero podría, porque es un tío duro como el diamante. Pero tiene razones, porque es guapo, tiene un cochazo y conduce de la leche. Y si no, espera nueve minutos, justo hasta que suene Nightcall y L.A. se ilumine con unas pocas luces. Verás como para entonces ya te sientes atrapado en el asiento del copiloto.
2.SOLEDAD
La soledad camina con vida propia en la L.A. de Drive. ¿Has estado en Los Ángeles? No hay alfombra roja, ni glamour. Tan solo una monstruosa y agotadora ciudad que vive un atasco eterno. Es un psiquiátrico al aire libre, una ciudad despiadada y sin alma y uno de los mejores lugares del mundo para sentirte solo.
La noche de L.A. espera¿Y tú, te sientes solo? No te llama nadie, no tienes novia. Tus amigos, ¿amigos? A ver, no, eso está bien, muy bien. Lo jodido es estar en una reunión de comunidad de vecinos. Metido en un chiquipark con 100 niños y 200 adultos gritando todos a la vez. Acompañando a tu madre a la clases de pilates. No te quejes, tienes suerte, nadie te molesta.
Pero Ryan es otra cosa, una soledad más poética. Conduce de noche, duerme de día. Siempre tiene la tele apagada mientras mira por la ventana con expresión apolínea (pensando, ¿será Jordi Hurtado Hipster?). Tampoco quiere que le molesten. Pero claro, no todo va a ser tan fácil, igual la tele termina encendiéndose y dan una de vaqueros…
3.AMOR Y MUERTE
A propósito de Stallone. ¿Cuándo matan rusos en Rambo 3 (en Afganistan, que tiene cojones)? ¿Tú qué piensas? Pobre hombre, tenía mujer y dos hijos, como va a sufrir su familia. O más bien, era malo, que se joda, ¡venganzaaaaaaaaaaaaaaa! Y te recreas penando en alguien que odias.
A lo que voy, en algunas películas da igual quién muera, pero en otras como en el Padrino, el estómago se te va cerrando lentamente. Lo mismo pasa con Drive, al final te caen bien hasta los malos. Piensas, que les paguen un apartamento en Salou y se escondan una semana. Total, si Salou es como L.A. pero en pequeño y con más borrachos.
Vaya colada la tuyaGhost, ¿Quién conoce a Joe Black?, La novia Cadáver, Titanic o la genial Shaun of Dead. Películas que unen amor y muerte de muchas maneras. En general cualquier película donde el protagonista tenga que hacer algo indeseado para salvar a su amada se incluyen en este género.
En este grupo estaría Drive. Pero de nuevo, no esperéis nada trillado al estilo Romeo y Julieta. Drive es una película sutil, a media luz. El amor crece entre las sombras y cuando encuentra esperanzas, como en Heat, puede ser peligroso. Hay unas cuantas escenas que en esta peli que te dejarán con la palomita colgando del labio. Entre ellas, la del ascensor. Impactante.
4.EL ESCORPIÓN AMARILLO Y LA RANA, LA OSCURIDAD Y LA LUZ
Cuando ves Drive entras en una noche donde a nadie le importas y la huida parece la única respuesta. Suena romántico, pero no es muy diferente a esperar la cola del taxi después de una noche decepcionante. La diferencia es que Ryan al día siguiente no tiene resaca, y a medida que avanza la acción, los días se parecen cada vez más a Un día de furia. “El chico” estaba ahí, a su rollo, sin molestar a nadie, pero las cosas se complican. ¿Por amor? ¿Amistad? Como casi siempre es estar en el lugar equivocado a la hora equivocada. Eso mismo que piensas cuando estas en un atasco.
La ambigüedad omnipresente de Drive queda simbolizada en la sonrisa de Ryan Gosling y nos tendrá en vilo hasta hoy. ¿Quién es “el chico”? ¿De dónde ha salido? ¿Cuál es su historia? ¿Es un diablo o un ángel? A nadie parece importarle y cuando termine la película, puede que a ti tampoco.
La historia del escorpión y la rana, ¿cruzará el río nuestro protagonista o no?Por si todo esto fuera poco, Drive incluye uno de los mejores finales nunca vistos en el cine. 40 segundos de plano fijo para no pestañear.
Seguro que hay películas que tienen mas premios, pero, ¿dónde dan esos premios? En L.A., donde ponen la alfombra roja. Esa que sólo se ve un día al año. Para los 364 días restantes, aquí lo tienes, DRIVE, cine de verdad