Nuestra revisión de 40 de los discos progresivos y post-Beatles editados en 1971 va llegando a su término. Ardua labor, por cierto, para un año tan prolífico. Para esta última entrega queda un quinteto cuyos cuatro primeros discos en cierta forma podemos encadenar. Comienzan con la curiosa experiencia vernácula de La Pesada del Rock and Roll, siguen con un rotundo spin-off de la banda de Billy Bond y rematan con Gong y las delirantes escapadas solistas de su mentor, Daevid Allen, el cabecilla de la comunidad hippie que tanto se pareció a La Cofradía de la Flor Solar; es más, en algún momento ambas tuvieron un lazo común. Tamaña reseña merece ser coronada con un Rey y eso es exactamente lo que haremos: King Crimson.
1971 fue un año magno para el rock, en el que la oferta superó ampliamente la demanda. Sin embargo, el súmmum de la época y el género aún estaba por venir. Nos reencontramos en este mismo espacio a fin de año, con la revisión del inolvidable 1972 rockero.
"Volumen I"
Edición original en vinilo: 1971
Una de las contribuciones más notorias -si no la más- de la banda del cantante Billy Bond para el rock nacional fue dar cabida a artistas ya establecidos y cobijar los primeros pasos de futuros popes del movimiento. Créase o no, por La Pesada del Rock and Roll han desfilado, a lo largo del tiempo, nombres fundacionales como así también otros entonces surgentes: Pappo, Alejandro Medina, Luis Alberto Spinetta, Javier Martínez, David Lebón, Kubero Díaz, Claudio Gabis, Rinaldo Raffanelli, Black Amaya, Pomo, Jorge Pinchevsky... y sigue la lista. En su primer "Volumen" discográfico (de los cuatro que dejó) editado por Music Hall bajo el número de serie MH 12959, el italiano Giuliano Canterini más conocido como Billy Bond -que a la postre se volvería aún más popular y exitoso en su rol de productor- reunió 8 suculentos temas moldeados en el R&B más contundente sazonado a la Hendrix con toques psicodélicos y se rodeó de muchos de aquéllos que frecuentaban la legendaria La Cueva. En esta oportunidad se escucha la guitarra wah-wah de Pappo en "Salgan al sol", de Javier Martínez; nuevamente a Pappo y el Flaco Spinetta (en bajo!) en el corte blusero pre-Pescado Rabioso de este último, "El parque"; el sabor típico de Manal con la línea "para ser un hombre más" en "Cada día somos más" y otras glorias que van de "Verdes prados" a "Buen día Señor Presidente" (Levingston o Lanusse?). Además del trío Billy Bond-Pappo-Spinetta también pasaron por el álbum Javier Martínez, David Lebón, Vitico, Pomo, Black Amaya, Poli Martínez, Luis Gambolini, Nacho Smilari y Cacho Lafalce. En fin, una reliquia -como vinilo, hoy inconseguible y cuyas contadas copias sobrevivientes se ofrecen a precios siderales- que hace poco rescató el CD junto con el "Volumen 2".
.
"La Cofradía de la Flor Solar"
Edición original en vinilo: 1971
Y si hablamos de reliquias, esta ya fue extensamente reseñada en nuestra Bitácora: "Música de avanzada para la época, con guitarras distorsionadas y fuerte toque psicodélico incluso en las letras y el arte de tapa, buena voz y contundente instrumentación por parte del trío Díaz-Requena-Paz junto a los guitarristas Enrique Gornatti y Eduardo ’Skay’ Beilinson, hacen de este debut un verdadero objeto de culto. Ocho temas, divididos en cuatro por cara pintaban a una Cofradía ciertamente singular que discurría por armonías electroacústicas (’Quiero ser una luciérnaga’, ’Todo mi mal’, ’En la siesta’) y experiencias psicodélicas no sólo vibrantes (’Fiesta de amor en el cielo’, ’Nos encontraremos en alguna parte’ -con un trabajo impresionante de Kubero en guitarra) sino también alocadas (’Se ama o no se ama’), rockeras cuadradas (’Rock alrededor del país’) y hasta... yeah, baby... bieeeen bluseras (’Paz de panza’)". Un Billy Bond empresario esta vez, había movido los resortes necesarios para que la comunidad encabezada por el guitarrista y cantante Kubero Díaz, cuya música había deslumbrado en el primer B.A. Rock de 1970, lograra el vital paso al disco. Aunque el desmembramiento llegó muy pronto, la pintoresca historia de la ex-Cofradía y sus visitantes prosiguió en España, Francia y otros países de Europa... y fue así como en 1975 el violinista Jorge Pinchevsky dejaría una pequeña pero significativa huella en la música de otra comunidad hippie de la escena franco-inglesa: Gong.
.
"Camembert Electrique"
Edición original en vinilo: 1971
Aunque Gong ya venía con un álbum bajo el brazo ("Magick Brother", 1969) a juzgar por el contenido uno cae en la cuenta que su verdadero rumbo comenzaba a trazarse con este disco. Lo curioso es que los franceses fueron siempre los primeros en rastrear los pasos discográficos de la comunidad, ya que al cabo de un tiempo sus álbumes lanzados por el sello galo BYG Actuel veían la luz en Inglaterra bajo los auspicios de Virgin Records. También llamativo es el detalle que el banquillo de la batería de este primer Gong era propiedad de Pip Pyle, un grande de la escena canterburiana que dejaría lo suyo antes de partir a las filas de Hatfield and the North y National Health. "Camembert Electrique" ya contiene elementos y personajes (típicamente "Fohat digs holes in space", "And you tried so hard" y "Tropical Fish/Selene") que más tarde concretarían su definición en la genial obra tripartita "Radio Gnome Invisible", acaso la cumbre creativa de Allen-Hillage en el seno de la banda y con su lineamiento clásico. Claro, en las épocas pre-Hillage que nos ocupan, no sólo Allen ya aportaba su tradicional sonido de la guitarra glissando, sino su mujer Gilli Smyth también contribuía con esa poesía espacial, críptica y surrealista llena de personajes de nombres estrambóticos, y el francés Didier Malherbe adicionaba bronces donde debían estar, otorgando esa luz jazzera con la que Gong supo alumbrar en forma. Loco, imaginativo y extravagante como pocos, este disco concebido en Normandía hasta parece haber salido, como apuntó un crítico, "tras una sobredosis de quesos camembert ultra maduros". Increíble lo que se hacía cuatro décadas atrás.
.
"Banana Moon"
Edición original en vinilo: diciembre 1971
Más alocada aún es la primera experiencia solista de Daevid Allen, disco que alardea de la presencia de la voz y la batería (ambas inconfundibles) de Robert Wyatt, el trombonista Nick Evans e invitados del entonces Gong, como Gilli Smyth, Christian Tritsch y Pip Pyle, por lo que hasta se lo ha considerado otro disco de Gong. Sustentado en su mayor parte sobre el terreno de música experimental, se aleja considerablemente no sólo del patrón canterburiano, sino también de la onda Gong que propiciaba Allen en la comunidad. Sin embargo, tratándose de una extravagancia de punta a punta, hay cabida para composiciones menos pretenciosas y más estructuradas que al instante nos retrotraen a las épocas del Soft Machine de los dos primeros álbumes. Una es, muy en el estilo Kevin Ayers -Allen parece imitar su voz de barítono- "White neck blooze" / "Codein coda" (con esos nombres y juegos de palabras hasta tenemos una pista de lo que inspiró a su autor Allen). La otra es una retake de un aporte directo del Soft Machine de sus épocas con Allen, grabado como demo en 1967: la bien titulada "Memories", del dúo Hopper-Wyatt y, al igual que el demo, cantada por Wyatt. Podrá ser un álbum escabroso y difícil de digerir con las primeras audiciones, pero es indudable que el inquieto Allen se divierte con su obra y deja al descubierto un talento que, francamente, da para todo.
"Islands"
Edición original en vinilo: diciembre 1971
Seguramente el disco más "manso" e intimista del King Crimson de los ’70 y posiblemente de toda su existencia, "Islands" es el producto de una época ambigua dentro del período de transición entre el Crimson épico de los dos primeros álbumes de estudio y el Crimson visceral de los tres últimos. Un único nexo, aparte de Fripp, seguía conectando el cable a tierra con las viejas épocas: la poesía de Pete Sinfield. Sin embargo, la relación Fripp-Sinfield se tornaba cada vez más escabrosa conforme el estilo del grupo se despegaba de aquel en que las letras de Sinfield mejor encajaban para seguir las tendencias sonoras cada vez más experimentales de Fripp. Esta ruptura se refleja claramente en el disco, que ofrece una mixtura de lo uno y lo otro, desde la lírica (sin letra) de "Prelude: song of the gulls", estructurada en base al único conjunto de cuerdas encarado bajo el nombre King Crimson, hasta la definitivamente crimsoniana "Ladies of the road". Como en su antecesor "Lizard", el aporte de vientistas encabezado por Mel Collins y varios miembros del Keith Tippett Group (incluyendo al propio Tippett en piano) realza el matiz de las composiciones otorgando invariablemente el alto vuelo al que King Crimson siempre nos tuvo acostumbrados. Para algunos inconsistente, para otros genial y para muchos subestimado en su particular muestrario, este debut escarlata en tierras locales (fue el primero de la saga Crimson que vio la luz en la Argentina, en diciembre de 1973) y preámbulo de la etapa más rotunda que vendría poco después, por cierto no se aparta de la regla infalible que el mago Fripp nos dejó: como todo disco crimsoniano, aún después de 40 años da bastante que hablar.
.
- Los 40 de 40 - Versión 2011 - Parte I
- Los 40 de 40 - Versión 2011 - Parte II
- Los 40 de 40 - Versión 2011 - Parte III
- Los 40 de 40 - Versión 2011 - Parte IV
- Los 40 de 40 - Versión 2011 - Parte V
- Los 40 de 40 - Versión 2011 - Parte VI
- Los 40 de 40 - Versión 2011 - Parte VII
- Los 40 de 40 - Versión 2011 - Parte VIII
.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure