El Museo Provincial de Lugo ocupa lo que fue un convento franciscano medieval. Del viejo edificio se conservan el refectorio abovedado, la deliciosa cocina y el claustro porticado; el resto de las instalaciones son modernas y adecuadas para su múltiple función museística.
En el claustro románico donde se han instalado hasta cuarenta y dos relojes solares, la mayoría muy rústicos y la mitad con decoración antropomórfica. Solo hay un reloj horizontal, el resto son verticales con orientación ortomeridiana. Hay algún ejemplar canónico.
Hemos de agradecer la conservación y exposición en un lugar tan adecuado de tal cantidad de relojes, colección que abarca desde el siglo XVII al XIX. El material usado suele ser el granito para los sólidos exentos y la pizarra para los de pared.
Lugo ofrece más atractivos que sus murallas romanas y su catedral con los simpáticos escultores medidores.