No vamos a negarlo, el 90% de las ocasiones, un producto nos entra por los ojos. Da igual que lo necesitemos o no, que sea lo que estábamos buscando, simplemente nos entra por la vista y queremos tenerlo cuanto antes. Gran culpa de esto la tiene un buen packaging, un envoltorio que haga el producto más atractivo y haga que deseemos adquirirlo sin prácticamente pensar.
Obviamente, esa buena presentación debe de ir acompañada de un buen producto, porque en el caso contrario, venderemos uno, pero nuestro cliente jamás repetirá, así que si queremos ofrecer un producto redondo y una experiencia de compra espectacular, para mí, estos son las cosas que no puedes dejar al azar a la hora de empaquetar tu producto.
1. Un buen diseñoPuede resultar obvio, pero no lo es. Un diseño profesional, limpio, bonito y sobre todo, que transmita los valores de la marca, es totalmente esencial. Este diseño lo aplicaremos tanto en nuestra web, como en redes sociales, embalajes y comunicaciones comerciales, por lo que, es un desembolso que merece la pena hacer.
2. Un embalaje bonito pero eficienteDe nada sirve que nuestro paquete sea el más bonito si luego el producto llega en mal estado. Por ejemplo, podemos optar por unas cajas grandes de cartón, sencillas pero de calidad, y luego decorarlas con pegatinas con nuestro logo. Si el producto es delicado, podemos rellenar la caja con virutas de papel para relleno, que además de bonitas, protegen y evitan que un objeto se tambalee en la caja.
3. Utiliza la información justa y necesariaDeja claro qué es tu producto, pero no pongas más información de la necesaria en el packaging pues puede desviar la atención y al final no saber ni de qué producto se trata. Recuerda, menos es más.
4. Debe de conectar con tu consumidorDe nada sirve que el diseño sea excepcional, si tu cliente potencial no se va a ver atraído por el diseño. Estudia a tu clientela y diseña algo acorde con lo que están buscando.
5. Prestar atención a los detallesIncluir en el pedido una tarjeta con nuestras redes sociales, un código descuento o una piruleta como detalle por la compra. Todos los detalles son pocos, y la imaginación siempre juega a nuestro favor. Cuanto más originales seamos, mucho mejor.
Otra opción es personalizar el mensaje. Todo depende del volumen de ventas que tengas, pero siempre será un plus poder añadir algo hecho a mano con el nombre de tu cliente. Una nota de agradecimiento firmada, puede ser un plus que seguro que todo el mundo agradecerá y hará que se fidelice con la marca.
Os dejo algunos ejemplos de packagings bonitos, sencillos y atractivos que he encontrado. El primero es un té que se vende en la web de Anthropologie, el segundo es de Creative Wilderness, el tercero de Olivia Head Pieces y el último de Hello Subscription. También podéis consultar este post con 17 packagings espectaculares que publiqué en el post hace un tiempo.
¿Qué os parecen estos consejos? ¿Añadiríais alguno más?