Tengo un problema.
Yo me dedico a estudiar métodos sencillos de inversión en el mercado de valores, testeandolos de la manera más rigurosa posible.
Con esfuerzo, y con el paso de los años, me he creado una “cartera de métodos“, un conjunto de metodologías en los que invierto mi capital, cada vez con mayor seguridad.
Varios de esos sistemas los he agrupado para gestionar mi proyecto SICAV, del que ya he hablado en varias ocasiones. (Por cierto, en breve comentaré noticias sobre este proyecto. Creo que voy a poder lanzarlo por fin.)
Pero a lo que iba: tengo un problema. Una frase que leí hace tiempo y que se me quedó grabada:
Un buen sistema de inversión, ejecutado por dos personas distintas, suele dar resultados muy diferentes a cada persona.
Yo, que utilizo métodos sistemáticos, quedé preocupado por esa idea.
¿Es posible que, usando un buen método de inversión, pierda dinero?
¿Y con el mismo método, otra persona gane?
Parece ser que si.
La clave, como es lógico, es que el ser humano no es un ser racional.
Es un ser racional – emocional.
En muchas ocasiones, especialmente si estamos tranquilos, actuamos de modo racional, inteligente.
Pero cuando hay problemas, cuando estamos eufóricos, cuando tenemos miedo, etc, nuestra intelligencia desaparece, y nos gobierna nuestro cerebro más primitivo.
Y por eso un buen método de inversión se convierte en agua de borrajas. Nuestras emociones hacen que no lo ejecutemos con precisión y consistencia.
¿Que podemos hacer?
Como siempre que tenemos un problema, lo primero es conocerlo con detalle. Sólo siendo conscientes de una dificultad podemos atajarla.
Estas son 5 dificultades que tiene nuestra mente al invertir en bolsa:
1- Exceso de confianza:
Al igual que el 80% de los conductores piensan que están entre el 30% de los mejores, muchos inversores de bolsa piensan que son más hábiles que la mayoría.
Pero, si en otros campos el exceso de confianza puede ser malo, en la bolsa es fatal: Porque si no estás realmente entre los mejores, perderás dinero.
No lo olvidemos, el mercado de valores es un juego de suma cero, si yo gano es porque alguien pierde.
2- Exceso de información:
Es un problema que se ha reconocido hace tiempo. El psicologo Barry Schwartz, en su libro “porque más es menos“, identifica como una de las causas psicológicas de insatisfacción el exceso de opciones en tu vida personal.
La abundancia de posibilidades al elegir, incluso el método de invertir o la acción más alcista, causa un gran estrés, una gran responsabilidad, que nos deja dos posibilidades:
1- Nos bloquearnos en la indecisión, y no elegimos nada.
2- Analizamos demasiada información, y acabamos elegiendo mal.
Paul Andreassen, otro psicologo de Harvard, comprobó en los años 90 en una serie de experimentos que los inversores que prestan mucha atención a las noticias obtienen peores resultados en la bolsa que los que apenas las siguen.
3-Efecto manada
Este es un sesgo muy poderoso:
Si los medios de comunicación predicen que la bolsa va a subir o comentan los enormes beneficios que está dando la bolsa, y el ambiente de mercado entra en euforia: mucha gente invierte sin más.
No hace análisis, no valora nada: simplemente compra porque todos compran.
No sólo somos racional/emotivos, también somos animales tribales. Lo que hacen los demás nos afecta mucho.
Y no sólo en bolsa; también en los grandes movimientos de opinión, en política, o cuando suceden desastres: La masa nos arrastra, nuestra inteligencia, de nuevo, se evapora.
4-Evitar las pérdidas
Este es también un efecto poderoso.
La gente sufre el doble por una pérdida de un -20%, que lo que disfruta si tiene un 20% de beneficio.
Nadie desea tener pérdidas. Es muy doloroso, por dos motivos obvios:
1- El dinero vuela de nuestro bolsillo
2- Destroza nuestro mayor bien, nuestro más preciado tesoro: nuestro ego. Al vender una acción en pérdidas, admites que te has equivocado.
Y por esto muchas veces no queremos cerrar posiciones en pérdidas. Agobia menos una “pérdida latente” que una confirmada.
Dicen que en la historia de la bolsa, se ha perdido más dinero con el pensamiento “al menos voy esperar a estar a la par” que con cualquier otro motivo.
5- Anclaje a un precio
En muchas ocasiones analizamos un valor y decidimos un precio objetivo para comprar o para vender.
Posteriormente, si el valor se mueve al alza o a la baja, ya no modificamos nuestra decisión.
Estamos anclados en una cifra que ha dejado de ser correcta, y eso nos puede dejar fuera de grandes beneficios en valores alcistas, o provocar grandes pérdidas en valores que se desploman.
El propio Buffet admite que ese efecto (en su caso por no querer comprar demasiado caro) le ha costado billones a lo largo de los años.
Se podrían mencionar más efectos psicológicos problemáticos, pero como dice el punto 2, es mejor evitar excesos de información.
La clave es recordar estas ideas en momentos de volatilidad o problemas. Salir un poco de tu esquema mental “natural”, y contemplar las dificultades con una cierta distancia.
¿Mi caso personal? Tener presente este tipo de ideas me ha ayudado mucho. Consigo alejarme bastante del marcador, para concentrame en el juego.
Aún asi, no estoy libre de problemas: en mi caso los dos primeros efectos son mi mayor debilidad.
Pero lo sigo trabajando.
Te recomiendo a ti también que lo hagas..
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