En los tiempos que corren, conceptos como trabajo a distancia o teletrabajo se han vuelto comunes en la práctica.
Algunas empresas lo han hecho por convicción propia y algunas otras se han visto orilladas a hacerlo.
El trabajo distribuido va más allá.
Se trata de crear equipos de trabajo conformados por profesionales de diversas partes del mundo, todos trabajando de manera colaborativa y con un soporte tecnológico que facilite la comunicación entre los miembros.
La clave está en la interacción constante, no se trata de gente realizando una actividad aislada, todos conocen y hacen cumplir la misión y los objetivos de la empresa que los contrata.
Uno de los casos más emblemáticos del trabajo distribuido es Automattic, empresa de desarrollo de software y creadora de aplicaciones de gestión de contenido, la más conocida WordPress.com
Su plantilla laboral se encuentra distribuida en más de 800 ciudades alrededor del mundo.
Los cinco niveles de autonomía
Matt Mullenweg, fundador y CEO de Automattic propone una pirámide de 5 niveles (6 si se toma en cuenta el nivel cero) en los que se define la evolución del teletrabajo.
Para su realización se inspiró en los niveles de automatización en la conducción que se aplican en los automóviles autónomos.
Nivel cero
Se trata de un trabajo que para ser realizado es indispensable que la persona se encuentre físicamente ahí.
Como ejemplo se encuentran: un bombero, un barista o un trabajador de la construcción.
La palabra clave es indispensable, si no lo es, puede pasar al siguiente nivel.
Nivel uno
Aquí se encuentran la mayoría de los negocios. No existe un esfuerzo proactivo o deliberado de hacer que las personas trabajen de manera remota, solo lo hacen si es necesario hacerlo, en una situación de emergencia por ejemplo.
El trabajo se pospone hasta que se pueda regresar a su normalidad. Se trabaja con el equipo que ya se tiene. Las empresas de nivel uno están poco o nada preparadas para enfrentar una crisis.
Nivel dos
Muchas empresas llegaron a este nivel después de la pandemia del COVID-19. Han aceptado que el trabajo a distancia es algo más que una moda pasajera y han comenzado a adoptar las oficinas remotas.
Existe ansiedad en cuanto a la productividad, algunas empresas han optado por el poco recomendable software de vigilancia para sus empleados.
Las empresas que se han sabido adaptar están a punto de llegar al nivel tres.
Nivel tres
En este punto se comienza a disfrutar de los beneficios del trabajo a distancia o ya distribuido.
Las empresas en este nivel comienzan a invertir en tecnología más sofisticada. Los procesos se vuelven asíncronos de manera gradual por lo que la reuniones ya no serán el foco del trabajo.
La seguridad empresarial se convierte en protagonista y se ofrece a empleados, contratistas y usuarios en general un entorno de trabajo seguro desde cualquier ubicación.
Nivel cuatro
Los procesos son asíncronos en su totalidad. Se evalúa al empleado por su nivel de productividad ya no por el cómo y cuándo lo hace.
Las empresas se dan cuenta de que el talento es global y ya no se cierran a contratar personas que se encuentran físicamente cercanas a la empresa. La retención de empleados se incrementa y la capacitación cobra un papel más relevante.
Las oficinas remotas de los empleados (alias la estancia de la casa en donde haya menos ruido) ya se encuentran adaptadas para un trabajo cómodo, ya no más improvisación.
Las empresas permiten que el empleado haga su trabajo, a su manera, mientras haya productividad.
Nivel cinco
El escenario utópico, el ideal, el Nirvana lo llama Matt.
Eres cada vez más efectivo con menos esfuerzo. Cuando las personas se sienten bien con ellas mismas alcanzan su mayor grado de creatividad para ser mejores profesionales.
En qué nivel te encuentras hoy es importante aunque lo verdaderamente relevante es ¿en qué nivel quieres estar?
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