Revista Opinión
Quizá la clave, como decía Juaristi el otro día, y como recordaba hoy también Patxo Unzueta en El País, es que los independentistas están movilizadísimos, no hay más que verlos, mientras que los no independentistas siguen con su vida.
Esa movilización que otorga sentido a las frustraciones cotidianas y que se enmarca en un "empecemos de nuevo". Como si ello fuera posible. Y como si uno fuera capaz de esconder sus miserias bajo un nosotros memorable.
Y ya que de vascos hablamos, no está de más recordarles a los nacionalistas aquello de que "Ni al andar se hace camino / ni al volver la vista atrás / senda alguna otearás: / abrojos, cardos y espinos / que volverás a pisar"