Espero que con los puntos que voy a tratar a continuación todo esto quede manifiesto:
- Los abuelos NO tienen la obligación de cuidar de sus nietos. Por ello, debemos agradecerles lo que hacen cuando nosotros faltamos. Si tenemos la suerte de que puedan ayudarnos, valorar lo que hacen.
- Tienen otra mentalidad, otra edad, otro bagaje. Será muy difícil que estemos de acuerdo en todo y, seguramente, se sorprendan por cuestiones de la crianza actual. No obstante, debemos razonarles el porqué de las cosas, no imponerlas. Pero las decisiones son nuestras, nosotros somos los padres.
- Ser comprensivos con sus "formas de hacer las cosas". Ellos suelen hacer lo que creen mejor para los niños, pero también se pueden equivocar. Si lo miramos desde este punto de vista nos ahorraremos muchos enfados.
- Cada uno en su lugar. No debemos dejar que impongan su criterio si no estamos de acuerdo. Ni debemos pretender que las cosas se hagan tal y como las hemos dicho. La responsabilidad es nuestra, no de ellos.
- Es bueno que pasen tiempo con los nietos, deben disfrutar todo lo que puedan de ellos, pero eso no quiere decir que, a la mínima oportunidad y de manera continua, se los dejemos para tener todo el tiempo libre nosotros. Todo en su justa medida. Ellos también necesitan desconectar, realizar actividades que les gustan, o simplemente descansar. Además, debemos pensar que todo lo que no vivamos con nuestros hijos no vuelve.
- Si son muy mayores, tienen sus limitaciones: cuanto más mayores somos más miedos tenemos; en ocasiones, menos recursos, menos paciencia y las cosas nos afectan más. En más de una ocasión he visto abuelos octogenarios, que casi no pueden ni con ellos mismos, al cuidado de niños menores de un año. Tengamos un poco de sentido común en estos casos.
- Si están gran parte del día con ellos, reservaros un momento especial para estar con vuestro hijo. Y si, entre semana, no podéis, los fines de semana.
- A veces los niños "castigan" a los padres cuando les ven: no se quieren ir con ellos, tienen rabietas,.. Al fin y al cabo son llamadas de atención, no os preocupéis, a veces son etapas, dejad que pasen y, si se alargan mucho en el tiempo, intervenid.
- No encarguemos el cuidado de nuestro hijo a un abuelo que sólo le vaya a dar caprichos, no esté preparado. No es la única opción, hay muchas alternativas: escuelas infantiles, casa de niños, personal preparado...
- Si se puede, intentad que los niños pasen tiempo tanto con los abuelos maternos como los paternos. Los dos tienen derecho y el niño también. Cada parte aportará aprendizajes diferentes que pueden ser beneficiosos para todos.
- Recomiendo, si es posible, que el niño no esté toda su etapa infantil con los abuelos, por lo menos escolarizarle antes de comenzar el colegio, aunque sea unas horas. Ellos necesitan ampliar su zona de aprendizaje, relacionarse con sus iguales, con otras personas adultas que no sean de la familia y explorar nuevos contextos.